Esta semana se confirmó en Guinea el primer fallecido a causa del virus de Marburgo. De acuerdo a la información entregada por la OMS, se trata de un hombre que inicialmente presentó fiebre, dolor de cabeza, fatiga, dolor abdominal y hemorragia gingival. Se realizó una prueba de diagnóstico rápido de malaria que resultó negativa. El paciente recibió cuidados de apoyo con rehidratación, antibióticos parenterales y tratamiento para controlar los síntomas. Sin embargo, falleció ocho días después en su comunidad. Los exámenes post mortem, confirmaron la presencia del virus de Marburgo.
La enfermedad por el virus de Marburgo (MVD) es una enfermedad altamente virulenta y propensa a epidemias asociada con altas tasas de letalidad (entre el 24 al 90%). Se transmite por contacto directo con sangre, fluidos corporales y/o tejidos de personas infectadas o animales salvajes (por ejemplo, monos y murciélagos frugívoros).
En el curso temprano de la enfermedad, el diagnóstico clínico de MVD es difícil de distinguir de otras enfermedades febriles tropicales, debido a las similitudes en los síntomas clínicos. Los diagnósticos diferenciales que deben excluirse incluyen la enfermedad por el virus del Ébola, así como la malaria, la fiebre tifoidea, la leptospirosis, la infección por rickettsias y la peste.
Actualmente, señala el organismo, no existe ningún fármaco o terapia específica aprobada para el MVD.
El doctor César Bustos, infectólogo y especialista en Microbiología y Parasitología de Clínica Universidad de los Andes explica que cada vez que el ser humano irrumpe en territorios que antes eran exclusivamente de animales silvestres, ya sea por construcción de carreteras, deforestación, hasta para hacer turismo, y se mete en hábitats de animales donde ellos tienen sus propias enfermedades y virus, algunos de ellos pueden llegar a saltar de su reservorio animal al ser humano que se pone en contacto con ellos.
Virus de Marburgo
Este sería el primer caso confirmado del patógeno en África occidental, no obstante, ya que han existido doce brotes importantes, pero en las regiones de África meridional y oriental.
El doctor Matshidiso Moeti, director de la OMS en África mencionó que están trabajando con las autoridades sanitarias locales para implementar una respuesta rápida similar a la hecha contra el Ébola ya que “la posibilidad de que el virus de Marburgo se propague por todas partes significa que debemos detenerlo en seco”.
Los brotes de Marburgo empiezan cuando un reservorio animal, en este caso, un mono o murciélago frugívoro transmite la enfermedad a un humano.
Georges Ki-Zerbo, jefe de país de la OMS en Guinea, mencionó a Reuters que el virus Marburgo había estado circulando en animales, particularmente murciélagos, en el sur de Guinea y en las vecinas Sierra Leona y Liberia. Y que los patógenos pudieron haber pasado desde los animales a humanos debido a su estrecha interacción, sobre todo en la caza y consumo de “carne de animales silvestres”.
Ante la posibilidad de que este virus se propague de con la misma rapidez del coronavirus, Bustos indica que el método más efectivo de transmisión de un agente infeccioso es algo que sea común a todos los seres humanos, como respirar. Entonces, la mejor vía de transmisión siempre será la vía respiratoria por los aerosoles. Sin embargo, con este virus, las personas se infectan por contacto con una persona contagiada, pero si uno no entra en contacto con ella, no le va a pasar nada.
No obstante, el infectólogo recalca la importancia de tener controlado el virus ya que “si esto llega a esparcirse de forma descontrolada, es terrorífico, porque no es como el Covid que las personas que mueren tienen ciertas características de riesgo, como mayor edad, comorbilidades, problemas respiratorios, obesidad, etc. En cambio, este virus no requiere de eso, este virus te pilló y tres de cada cuatro personas se van a morir”, añade Bustos.
Actualmente, las autoridades sanitarias están monitoreando a 155 personas que pudieron haber estado en contacto directo con el fallecido.