WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea más utilizada en el mundo. Fundada en 2009, supera los mil millones de usuarios diarios. Justamente hace años que estos usuarios manifestaban su malestar a través de redes sociales y foros, por un elemento sumamente molesto: ser incorporados sin su consentimiento a grupos de WhatsApp.
Finalmente la compañía escuchó este clamor: decidió tomar cartas en el asunto y modificó esta característica de la plataforma.
Para ello habilitó una opción para que los usuarios puedan decidir si quieren formar parte de un grupo de chat, entregando la posibilidad de aceptar solicitudes de desconocidos, de contactos o simplemente no recibirlas.
Ahora los usuarios pueden elegir aceptar ser incluidos en grupos por "Nadie", "Mis contactos" (personas cuyos números de teléfono han guardado en su teléfono) y "Todos", es decir, seguir en la modalidad actual.
Para agregar a alguien que tenga acceso restringido, los usuarios deberán enviar un mensaje privado a esa persona con un enlace de invitación. Esa persona puede decidir si desea unirse al grupo en un plazo de 72 horas.
Para activar esta nueva configuración, el usuario debe ir a "ajustes" dentro de la app, luego ingresar a cuenta e ir a privacidad. Cuando la nueva modalidad esté activa, debería aparecer la opción "grupos", donde podrás realizar la configuración. El cambio se ha implementado en algunos países y estará disponible en las próximas semanas en el resto del mundo.
Juan Carlos Lara, director de Políticas Públicas de Derechos Digitales, señala que la medida es útil "para respetar la voluntad de las usuarios, tanto para controlar el intercambio de su información personal con otras personas (favoreciendo a su privacidad), como para rechazar comunicaciones no solicitadas en general".
Manu Chatlani, director ejecutivo agencia digital Jelly, dice que es una muy buena medida. "Que te inviten a un grupo para spam o un evento que no te interesa o una junta con gente que no quieres estar, esto te da cierto poder para delimitar con quién quiero conversar, compartir o recibir información. Es una medida para poder administrar mejor mi tiempo".
Lara agrega "que es importante recalcar que estas medidas surgen como formas de reaccionar frente a los cuestionamientos que recibe WhatsApp como fuente de difusión de desinformación, especialmente en periodos de campaña electoral. Se suma a otras medidas como identificar mensajes reenviados o limitar el reenvío. En teoría, serviría para quitar la presión por "hacer algo" que hay sobre Facebook".
"El desafío de 'controlar' la difusión de discursos con impacto público en canales privados es enorme, precisamente porque es indeseable que haya control sobre comunicaciones privadas, constitucionalmente inviolables. Pero en rigor, es un parche valioso a una tecnología que no es la culpable de problemas sociales más profundos, que igualmente requieren ser abordados", dice Lara.