El uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), como el uso de celulares, redes sociales e internet, por parte de personas mayores, está siendo cada vez más relevante. Se trata del grupo etario menos digitalizado y que ha tenido que enfrentar escenarios adversos, como la pandemia, donde las tecnología se ha convertido en una herramienta fundamental.
Es por esto que el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro, proyecto que surge de la alianza entre la Universidad Católica y Compañía de Seguros Confuturo, realizó un nuevo reporte para analizar cómo la pandemia afectó el uso de las TIC y entender qué consecuencias había tenido su uso para el bienestar de las personas mayores en el país, aun cuando éstas se mantienen atrás respecto de sus habilidades digitales en comparación con grupos de menor edad.
El estudio llamado “Uso de Internet y TIC en las personas mayores”, muestra que, con la llegada de la pandemia, el uso de smartphones (teléfonos inteligentes) presentó un alza significativa en el grupo de personas sobre 60 años.
A fines de 2019, solo el 47% de este segmento etario era usuario de smartphones, mientras que para el otoño de 2021, los usuarios de 60 o más años que utilizaban este dispositivo alcanzaron un 58%, es decir, más de la mitad de las personas de esta edad en el país era capaz de utilizar un teléfono inteligente.
Eso convierte a estos dispositivos como el favorito de las personas mayores para conectarse a Internet (42,5%), seguido de computadores o tablets (38,8%).
Aunque esto refleja un avance relevante en el uso de tecnologías en adultos mayores, el análisis detalla que de acuerdo a la última Encuesta CASEN (2017), el grupo bajo los 59 años son los que más usan Internet (83,4%), a diferencia de los los mayores de 60 años (44,0%), las personas entre 70 y 79 años (22,8%), y los mayores de 80+ (9,8%), lo que implica que aún existe un grupo de personas mayores que continúa aislado digitalmente.
Brecha Digital
Uno de los resultados mas importantes que destacan los investigadores, es la brecha digital que existe en cuanto al uso de dispositivos tecnológicos, en este caso celulares o computadores, entre las personas mayores y las generaciones más jóvenes.
Sin embargo, otro de los resultados que encontraron muy interesante, y que respaldan otros estudios, es que también existe una brecha digital a nivel educativo. “Quienes tienen un mayor nivel educativo dentro del segmento de personas mayores son quienes más ocupan dispositivos digitales (75%) y esto es bien relevante a propósito de cómo a tener que enfocar los programas de educación digital”, explica Javiera Rosell, investigadora y psicogerontóloga UC e impulsora del Programa 60+Digital.
Por ejemplo, en las personas con mayor nivel educacional, no hubo un cambio significativo en el uso de las TIC posterior a la pandemia. Sin embargo, en el caso de las personas mayores con educación básica y media, se vio un aumento de 14 y 15 puntos entre 2019 y 2021, además que fueron quienes durante la pandemia “se vieron forzados a tener que aprender rápidamente cómo usar un smartphone” señala Rosell.
Asimismo, “tener un dispositivo tecnológico tiene un costo y éste en general lo pueden cubrir más las personas con mayor nivel educativo” y generalmente han estado más próximas a las tecnologías, han tenido mayor acceso a información, así como también a servicios y dispositivos por sus trabajos, añade la investigadora.
En cuanto al tipo de uso que le dan a tecnología las personas mayores, previo a la pandemia las actividades que más realizaban con sus celulares inteligentes eran de comunicación, principalmente uso de chat (45%), seguido por el uso de redes sociales (31%), la búsqueda de información (26%) y, por último, los trámites en línea (12%).
Durante la emergencia sanitaria estas tendencias se mantuvieron, pero las videollamadas se popularizaron, con 42% durante el primer año de pandemia, y 46% en 2021, marcando diferencias entre género y zona de residencia.
Mientras que 68% de mujeres de más de 60 años realizan videollamada varias veces a la semana, sólo un 52% de los hombres lo hace, y 49% de las personas mayores que viven en zonas rurales llaman frecuentemente durante la semana, versus 63% de quienes viven en zonas urbanas.
Alexis Tapia, encargado de la Unidad de Fomento de Participación del Servicio Nacional del Adulto Mayores (SENAMA), señaló que la diferencia en zonas rurales se puede deber a “las dificultades de acceso, ya sea por alto costo, porque no llega señal o porque la señal que llega es de muy mala calidad, muy por el contrario de lo que se puede observar en centros urbanos”.
Por otro lado, la búsqueda de información en los celulares es la actividad que experimentó el mayor incremento durante la pandemia, y pasó de un 26% en 2019 a un 42% en 2021.
Segundos a nivel Latinoamericano
Al comparar el uso de Internet en personas mayores con otros países OCDE, en un grupo de personas entre 55 y 74 años, se observa que los países europeos tienen un mayor uso respecto de los latinoamericanos, y Chile se ubica en el segundo lugar con mayor uso en Latinoamérica (52%), siendo superado solo por Brasil (57%), pero aun así se mantiene muy por debajo de lo visto en Islandia (99%), Reino Unido (88%) y España (76%).
“Vamos por buen camino de inclusión digital”, dice la psicogerontóloga UC, quien mira estos resultados de manera muy positiva y explica que se relaciona a los esfuerzos para una inclusión digital que se están realizando desde la academia, desde las organizaciones sin fines de lucro, y las entidades públicas.
Además, explica que hay que tener en consideración que más allá de las brechas económicas o de las dificultad de acceso a las tecnologías por las diferencias del territorio a lo largo del país, las diferencias están asociadas directamente al edadismo.
“Hay que lograr que los estereotipos en torno a la vejez no sean una barrera en torno a la tecnología” dice Rosell, y que las personas mayores crean que pueden aprender y utilizar tecnología sin ningún inconveniente, y que es una herramienta que les va a facilitar la vida.
En ese sentido, frente al escenario de rápida digitalización, que a su vez se da en un contexto de acelerado envejecimiento poblacional, el reporte destaca la importancia de brindar acceso y entregar a las personas mayores más herramientas y habilidades para desenvolverse en el mundo digital.
Mejor salud mental
El análisis también recoge que el uso de las TIC incide en una mejor salud mental, calidad de vida y bienestar general en este grupo etario, lo que puede contribuir a disminuir el aislamiento.
Según la Encuesta de Calidad de Vida de la Vejez durante la Pandemia (2021), el 51% de quienes no poseen un smartphone enfrentan un mayor contexto de aislamiento, mientras que en aquellas personas mayores que sí lo utilizan esta situación es del 33%.
Vieron que las personas que usaban estos dispositivos para entretención y ocio “disminuía la sintomatología ansiosa” explica Rosell.
A partir de estos antecedentes, se pone en relieve la necesidad mejorar el acceso y conectividad, así como también capacitar y erradicar concepciones edadistas que pueden afectar la disposición de la población mayor a usar e involucrarse con las tecnologías digitales.
Alfonso Otaegui, antropólogo, académico UC e impulsor del Programa 60+ Digital, señaló que “es importante reconstruir primero las relaciones con la tecnología como algo no intuitivo, y desde ahí reconstruir también las relaciones intergeneracionales, ya que he visto mucho maltrato hacia las personas mayores por personas más jóvenes que piensan que porque para ellos es fácil de usar, para todo el mundo lo es”.
Christian Abello, gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, destacó que “la digitalización ha experimentado un rápido avance, lo que sumado al importante cambio demográfico que está experimentando el país, donde para el 2070 se proyecta que el 31% de la población será 60+, hace necesario el trabajo como sociedad para derribar barreras de acceso y participación de las personas mayores, lo que por cierto tendrá un impacto en su calidad de vida y en la inclusión en espacios que hoy les son más esquivos”.