El exministro de Agricultura, Antonio Walker, cree que en la nueva Constitución es importante “garantizar los derechos sociales de las personas como el derecho a la salud, a la vivienda, a la seguridad pública y a la seguridad social”.

Para Walker, candidato independiente (en la lista Evópoli) por el distrito 17 (Curicó-Talca) es importante la modernización del Estado además de temas como el agua y la sustentabilidad.

A partir de lo que usted dice quisiera preguntarle respecto al agua. Usted declaró en marzo en radio BioBío que “si para que a nadie le falte agua, esto debe ir en la Constitución, que esté como derecho humano”. ¿El agua para usted debiera ser un acceso, un derecho o una propiedad?

Mi opinión es que para garantizar el acceso al agua debe ser como Derecho Humano. Con respecto al agua tengo cinco propuestas para incluir dentro de la nueva Constitución. Una es que el agua siempre debe ser prioridad para el consumo humano. En segundo lugar, el agua debe ser un bien nacional de uso publico. En tercer lugar, necesitamos certeza jurídica respecto de los derechos de agua, necesitamos reglas claras para invertir en la agricultura. En cuarto lugar, necesitamos un caudal ecológico para mantener la viabilidad de la cuenca. Es fundamental. No nos podemos consumir toda el agua del río porque el mantener la biodiversidad de la cuenca es muy importante. Y en quinto lugar, tenemos que aumentar en pago de patente por el no uso del agua porque creo que nadie en Chile puede tener agua sin usarla.

¿Qué significa esto?

Tenemos que acreditar el uso del agua. Porque la prioridad del agua, como decía anteriormente, es para el consumo humano y en segundo lugar, como dice el nombre, derecho de aprovechamiento del agua, es aprovechar el agua para transformarlo en una actividad económica y productiva. En el caso de la agricultura transforma esa agua en alimento, en mucho empleo y mucho desarrollo.

Hay voces que apuntan a nacionalizar el agua. ¿Qué le parecen esas propuestas?

Creo en la gran alianza público privada del agua. Creo en este sistema de concesión del agua que tenemos hoy en Chile. El Estado es dueño del agua y le entrega al particular un derecho de aprovechamiento del agua. Entonces, creo que esta alianza funciona. Creo que cuando hay escasez hídrica tenemos los mecanismos para intervenir el río. Cuando se decreta una zona de catástrofe el Estado interviene. Cuando se afecta la escasez hídrica, el Estado interviene. Los cinco puntos que nombré no los menciona la Constitución. Creo que los debe mencionar.

Usted fue ministro de Agricultura, ¿cuáles serían las claves constitucionales para el desarrollo agrícola?

Todo lo que dice relación con nuestra relación con el medioambiente es algo que debemos desarrollar con mayor profundidad, todo lo que dice relación con el agua, debemos desarrollarlo con mayor profundidad y debemos mantener la protección del derecho de propiedad.

Parte de su programa apoya la descentralización. ¿Esto en qué se traduce?

Creo en el Estado unitario pero creo en la autonomía de las regiones, ir a la descentralizando empoderando al gobernador regional. Hemos creado la figura pero no las atribuciones. También hay que empoderar al alcalde, al concejo municipal porque tenemos que tener la máxima consideración por el local. Porque es el local el que conoce sus problemas. Creo firmemente que tenemos que ir hacia la mayor autonomía de las regiones y, por qué no decir, que las empresas que invierten en las regiones, tributen, paguen sus impuestos en las regiones.

¿De cuál de estas dos alternativas usted es partidario: Estado subsidiario o solidario?

Tenemos dos extremos: el Estado totalitario o benefactor por un lado, donde el Estado lo entrega todo, y termina prácticamente quebrando y entregando muy malos servicios públicos, y por el otro lado el Estado subsidiario. Yo creo en el Estado solidario y en el Estado colaborativo. Creo que el Estado tiene que jugar un rol fundamental solidario en el tema de la salud, de la vivienda, la educación, la seguridad social y pública. Necesitamos un Estado amigo, cercano, solidario frente a la gente más vulnerable. Necesitamos que funcione un sistema mixto. El que pueda pagar lo paga y el que no puede pagar no se quede sin el acceso a la mejor salud, educación y a la vivienda digna.

Una pregunta inevitable para los candidatos a la Convención es si modificar o no el régimen presidencialista.

Creo que transitar de un régimen presidencialista a uno parlamentario es demasiado brusco el cambio. Ningún país del mundo lo ha hecho. Creo que si podemos transitar de un sistema presidencialista a uno semipresidencialista donde creemos la figura del jefe de Estado, que es el Presidente de la República elegido por un sufragio universal y la figura del jefe de Gobierno, que propone el Presidente al Congreso que debe ratificarlo. Basta de los enfrentamientos de Ejecutivo con el Congreso, y para eso hay que transitar hacia el equilibrio de los poderes del Estado.