“La campaña para los pueblos originarios ha tenido todo en contra, el tiempo para incluir las candidaturas, para preparar las campañas y sobre todo la dificultad de llegar a nuestra gente, faltó mucho apoyo del Estado en la difusión”. Con esas palabras Ceferino Castro, candidato a constituyente -por un escaño reservado del pueblo Quechua- describe parte del periodo de campaña para llegar al Palacio Pereira.
De profesión Ingeniero en Computación e Informática y profesor universitario, asegura que sólo 7.000 quechuas de 32.000 podrán votar en las elecciones. “Van a llegar muchos hermanos quechuas que van a aparecer como aymara o de otro pueblo porque hay algunos desórdenes en el padrón electoral que entregó la CONADI”, agrega.
¿Por qué quiere ser parte de las 155 personas que redactarán la nueva Constitución?
Porque quiero representar de la mejor manera posible las demandas de nuestro pueblo quechua partiendo desde la base. Nosotros pretendemos y queremos que las propuestas y las demandas sociales de nuestro pueblo sean reflejadas en esta nueva Constitución como un derecho ancestral. Tenemos un derecho que proviene de antes de la colonia.
¿Cuáles serían estas demandas específicas del pueblo quechua?
En primer lugar la visibilización del pueblo quechua, el reconocimiento de su territorio, la conformación de todas sus comunidades para que actúen con todos los derechos, que podamos tener derecho al respeto de nuestros ancianos, respeto hacia nuestra cultura, la recuperación de la lengua y sobre todo cambiar una economía que está basada en la explotación de los recursos naturales de manera exhaustiva hacia una economía que respete la naturaleza, que respete a la pachamama.
Y desde un punto de vista de todos los pueblos originarios, ¿qué no debe faltar?
No debe faltar el reconocimiento ancestral de los pueblos originarios porque somos portadores de una herencia, ese reflejo tiene que estar en la Constitución en los distintos aspectos, por ejemplo, en la educación a través de la lengua y la mantención de nuestra cultura. Tampoco puede faltar que los pueblos originarios tengan el derecho a decidir sobre su futuro, o sea, autonomía basada en el territorio y en todos los elementos que la conforman, como la composición andina.
¿Por qué cree que no hubo un reconocimiento constitucional de los pueblos originarios antes?
La historia republicana de Chile nace con la Constitución unificando al ciudadano pero al unificar inmediatamente dejó fuera a los pueblos originarios. En todas las constituciones se ha tenido una tremenda dificultad para que los pueblos originarios sean representados y estoy convencido que eso tiene que ver con la hegemonía del poder del Estado, un poder económico y político que sigue estando muy concentrado en favor de unos pocos pero en perjuicio de muchos. Por eso es necesario encontrar un nuevo país que no solamente incluya a los pueblos originarios sino que sea una respuesta a las demandas que tenemos todos los chilenos que salieron a la calle.
La Convención tiene escaños reservados, ¿se debería replicar en otros espacios como el Congreso?
Los escaños reservados se deben reflejar en los distintos mecanismos de la nueva política que se van a implementar a través de la nueva Constitución de modo tal que los pueblos originarios tenga su forma de administrarse política y económicamente. Efectivamente tenemos que estar representados para que haya una coherencia entre lo que se gobierna a nivel nacional y con los pueblos originarios en su nación pueblo.
En ese sentido, ¿el Congreso debe ser bicameral o unicameral?
Sería necesario uno para que los cambios sean más rápido. Sabemos que la implementación de la Constitución, una vez que sea escrita y aceptada por todos los chilenos, va a ser lenta y sería mejor si hubiese solo un organismo para acelerar esto.
Una de sus propuestas tiene que ver con la soberanía de las semillas, ¿de qué se trata y qué implica?
Las semillas son la parte central de nuestra agricultura en los pueblos originarios y también en los campesinos a nivel nacional. Los pueblos originarios han ido combinando por muchos años las semillas hasta que adquiera la fortaleza de hoy, todos los productos agrícolas son el trabajo de muchos años. Para nosotros como pueblo la seguridad alimentaria es a través de resguardar nuestras semillas, resguardar nuestro cultivo y tener un alimento libre de agro tóxicos.
¿Cuál sería el escenario final ideal para poder decir que este proceso constituyente fue exitoso?
Va a ser exitoso bajo ciertos aspectos, por ejemplo, si somos capaces de garantizar que las aguas vuelvan a ser parte de un bien común y no un bien mercantil, también si hay un cambio del modelo económico hacia uno que respeta la naturaleza, que haya una facilitación para que cualquier persona pueda emprender en este país y si las demandas sociales con respecto al cuidado de nuestros adultos mayores se garantizan vamos a estar bien encaminados.