Constanza Hube (35) es abogada constitucionalista y subdirectora del departamento de Derecho Público de la UC, lugar donde también se desempeña como profesora de Derecho Constitucional. Actualmente compite por un cupo de Vamos por Chile en el distrito 11. Una de sus prioridades es cambiar el régimen político y garantizar la servicialidad del Estado, algo que actualmente ya es parte de la Constitución actual.

Sobre el rol del Estado ¿cuáles cree que son los puntos que deberían agregarse en la nueva Constitución?

La servicialidad del Estado hoy día está en la Constitución. Pero en realidad eso lo tenemos que hacer más carne, más patente. Podemos crear un estatuto de derecho de las personas frente a la administración del Estado.

¿Qué alcances tendría?

Tiene que ver con el hecho de que no pidan más papeles, o dos veces lo mismo. Eso el Estado ya lo tiene. Que presuman la buena fe respecto del ciudadano. Que las multas que se aplican en determinadas situaciones, sean proporcionadas, razonables. Son principios que hoy día están en la ley y que yo elevaría a la Constitución.

Sobre el régimen de gobierno, ¿qué aspectos hay que discutir?

Hoy día tenemos el peor de los mundos. Tenemos un presidencialismo con un sistema electoral, que es proporcional y que genera un multipartidismo. Eso provoca fragmentación, en el cual cualquier Presidente, no tiene posibilidad de tener mayoría para sacar su agenda adelante.

¿Cuál sería para usted la solución a ese conflicto?

Si tuviera que crear un país de cero y tuviera que darle un sistema de gobierno, yo le daría un parlamentarismo porque es más dinámico. Te permite salir más fácil de las crisis políticas. A diferencia del presidencialismo donde tienes que esperar para que el Presidente termine el periodo y hacer un cambio.

¿Cómo se puede aplicar ese sistema Chile?

En Chile será muy difícil pasar de un presidencialismo bastante marcado a un parlamentarismo de golpe. Al país le hacen mal los Transantiago, los cambios bruscos. Lo que habría que hacer es parlamentarizar el presidencialismo. Ahí habría que introducir mecanismos de cooperación y colaboración, que se encuentren en el parlamentarismo. Introducirlos al presidencialismo de tal manera, que el Congreso pueda conversar de manera más clara con el gobierno.

En cuanto a la representatividad, ¿cree que son necesarios cambios?

El sistema electoral hoy día le ha hecho un daño profundo a la calidad de la política. Porque el representante, la autoridad, el parlamentario, no tiene un contacto directo con las personas, y las personas no se identifican con sus representantes. Hay que hacer distritos más chicos, donde haya un contacto más directo con las personas, porque mejora la calidad de la política.

Sobre el reglamento interno, ¿qué mecanismos hay que incluir para evitar alargar el proceso?

Mi idea es que ojalá no tengamos más de cinco comisiones. Es indispensable que exista una de técnica constitucional. Su función sería recibir las propuestas de las otras comisiones temáticas para que puedan armonizar el texto. Eso permite que lo que llegue al plenario no sea contradictorio de una cosa con otra. Yo creo que eso podría ayudar mucho a tener un debate que utilice bien el tiempo que es muy poco.

Como abogada constitucionalista, ¿cómo cree que puede aportar al proceso?

No van a ser sólo abogados los que van a estar en la Convención. Pero es bueno que existan porque al final del día, el producto que sale de la Convención es una norma, una ley, es una ley fundamental. Va a tener artículo. Tiene que ser armónica, coherente, donde se va a tener que dividir bien el poder, para que quede precisamente controlado y se evite abuso donde se tienen que resguardar derechos fundamentales.

¿Cómo ve la expectativa que hay a nivel social en relación a la nueva Constitución?

Existe una sobreexpectativa respecto de lo que la Constitución puede hacer. Y yo creo que esas expectativas hay que mejorarlas. Entonces ahí el gobierno no puede hoy día renunciar a gobernar. El Congreso no puede renunciar a legislar porque, lo que se requiere hoy día en Chile son políticas públicas efectivas en materias que son trascendentales y que hace años que se vienen advirtiendo.

¿Hay entonces una creación de falsa ilusión?

Yo veo con pesar la franja electoral, que te promete un país de otro mundo. O sea, yo creo que eso, más que informar, desinforma. Hay que moderar la expectativa, pero eso no significa, quedarse dormido en los laureles. Lo que se requiere hoy día en Chile son políticas públicas efectivas en materias que son trascendentales y que hace años que se vienen advirtiendo.

¿Cuál es su posición con respecto a los derechos sociales?

Hoy día yo creo que la forma en cómo están los derechos sociales en la Constitución es insuficiente. Acá hay dos alternativas. No tenerlos o bien, tenerlos. Si los tenemos tiene que haber una manera de poder garantizarnos.

¿Cuál es el mecanismo que usted propone para poder garantizarlos?

Actualmente el Recurso de Protección es el que garantiza por ejemplo, las libertades clásicas. Esa solución no es válida porque significaría judicializar la política. No creo que los tribunales de justicia tengan que decidir respecto de asuntos que son propios de la política pública. Pero hay otra manera de garantizar, que es darle un mandato directo al legislador para que establezca de qué manera se van a otorgar las distintas prestaciones respecto de cada derecho social.