“Como este es un momento excepcional, no me gustaría que el día de mañana me pregunten si yo me marginé de participar, siendo que me ha tocado participar en tantas comisiones presidenciales y ministeriales para colaborar con las políticas públicas”.
De esta forma, el cuarto invitado de “Diálogos de ReConstitución” y actual director de América Solidaria, Benito Baranda, manifestó su interés por ser parte de los constituyentes si es que llegara a salir la opción en el próximo plebiscito a celebrarse el 25 de octubre.
“Soy partidario si sale elegido una opción de apruebo que sea una Convención Constitucional para que todos sean elegidos y no sea un Convención Mixta, cosa que tengamos la tranquilidad de que esas personas que van a llegar ahí las vamos a obligar (...) a que efectivamente nos tenemos que poner de acuerdo y tenemos que trabajar para ello y tenemos un plazo acotado para hacerlo y yo creo que somos capaces de lograrlo”, aseguró.
Si bien el psicólogo no está asociado a ningún partido político, sí planteó que es partícipe de una agrupación llamada “Independientes no Neutrales”, desde donde no descartan poder asociarse con partidos políticos para poder generar pactos.
Consultado sobre el Estado subsidiario y la propiedad privada, Baranda respondió que: “Sin duda hay que avanzar en el Estado subsidiario. El Estado subsidiario no puede dejar abandonada a las personas en situación de pobreza y se magnifica en la actual Constitución donde se entregó al mercado muchas tareas que le correspondían al Estado”.
Además, agregó que: “La política habitacional terminó siendo lo que el mercado sabe hacer. En eso no se le puede pedir más al mercado. Tú le dejaste entrar en un ámbito que no debiera haber entrado, que es la determinación donde van a vivir las personas en situación de pobreza. Y el mercado determinó que van a vivir en los terrenos más baratos y van a vivir en guetos. Y eso le causó un daño tremendo a la convivencia nacional, un daño tremendo a las políticas públicas”.
Cuestionado sobre la real posibilidad de generar cambios en las personas más vulnerables, Baranda respondió que la posible nueva Carta Fundamental tiene que ir acompañada de cambios culturales, así como también de diálogos entre los ciudadanos, dejando un espacio de confianza a las nuevas generaciones.
“Creo que hay un temor siempre a los cambios. Y dependiendo de la estructura mental de las personas a, también, el mundo cultural de las personas y también del mundo religioso, le temen también a los cambios”, respondió ante el “temor” de algunos sectores sobre el proceso que se iniciaría después del 25 de octubre.
Junto con esto, expresó que otros de los puntos que debe cambiar en la futura Carta Magna es el régimen presidencialista, donde lo comparó con una monarquía. “Eso hay que discutirlo. O sea, con todo lo que ha avanzado Chile, el nivel educacional, la participación de la gente, tienes que buscar una manera distinta de arreglarlo allí”, advirtió.
“Yo prefiero un Estado solidario”, planteó. “El Estado solidario que yo he planteado hace mucho tiempo, es un Estado que hace partícipe a la ciudadanía, hace partícipe al mercado, pero deja los espacios del mercado donde el mercado efectivamente puede colaborar con el desarrollo de la sociedad y pueda ayudarnos a humanizar más esta sociedad. Y el mercado puede ser eficiente en muchos aspectos”.
También se le preguntó sobre el tema de la infancia y cómo desde una nueva Constitución, a su parecer, se podrían garantizar los derechos de los niños para no continuar con el Sename que hoy se conoce: “Llevamos mucho tiempo tratando de aprobar la ley de Garantía (...), tenemos que aprobar primero una ley de Garantía para que todos bajo esa ley se ordenen. Eso tiene que quedar dentro de la Constitución y esos son los derechos de la mujer, los niños, de grupos que están marginados, por ejemplo los pueblos originarios”, dijo.
Sobre esto último, agregó que “este es un país que no se reconoce como plurinacional, pluricultural, multiétnico y es como que lo tratamos de uniformar. Por supuesto que es un país unitario, pero puede tener espacios de autonomía de los pueblos originarios que han sido sometidos por tanto tiempo, inclusive se les ha usurpado su idioma, entonces yo digo que eso lo tenemos que asegurar en la Constitución”.
Finalmente, Benito Baranda cuestionó la participación del mundo evangélico en la franja electoral del rechazo al mencionar que: “Yo creo que los evangélicos sufrieron tanto producto de la hegemonía católica (...) y de la presión para que ellos no tuviesen participación activa y que, inclusive, puede no tener tanta igualdad hoy día frente a la Constitución”.
Arovechó de recordarle a la comunidad evangélica aludida que “lean el evangelio simplemente. Lo que uno tiene que hacer a través de sus actos es amar a los demás y buscar la justicia (...). Vayan a Mateo 25 y ahí recordarán cuál es el mandato que nos entrega Jesús y creo que ese es nuestro trabajo”, aseveró, por último, luego de una hora de entrevista.