Cerca del mediodía de ayer, a la bandeja de entrada de los coordinadores de los distintos colectivos que componen la Convención Constitucional llegó un correo enviado por la mesa directiva del órgano. El texto contenía una invitación para que, a través de dos representantes, los distintos grupos participaran de una reunión que -según se lee en el correo- tiene por finalidad “buscar alternativas para promover consensos y acuerdos”, junto con “revisar el cronograma y la situación de comisiones en general”.
La cita, que fue fijada para ayer lunes, 20 minutos después de finalizado el pleno -convocado de manera extraordinaria de 18 a 21 horas-, se dio luego de que tres de las siete comisiones temáticas que componen la Convención comenzaran a votar las primeras normas que podrían ser parte de la nueva Carta Magna tras el cierre de la etapa de recepción de iniciativas populares de norma e iniciativas de convencionales; proceso que culminó el 20 de enero y el 1 de febrero, respectivamente.
Con ello, las distintas instancias se dividirán la revisión de 947 propuestas de convencionales, 78 iniciativas populares y más de 250 propuestas de los escaños reservados. Esto, sin contar las indicaciones que cada norma podría generar en su trámite en particular.
Asimismo, las polémicas que generaron algunas de las iniciativas aprobadas -como el fin de las concesiones mineras o caducar los derechos de agua- y la dificultad que se vislumbra para la concreción de acuerdos para que el pleno ratifique por 2/3 las normas que serán sometidas al plebiscito de salida, alertaron a la mesa que preside María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales Constituyentes) y a varios de los convencionales.
Pese a que se le negó el acceso a la prensa a la reunión, los convencionales que asistieron a la instancia comentaron mientras esta se realizaba que en la sesión, que comenzó pasada las 21:00, se problematizó la falta de tiempo y se dio el espacio a los representantes de los distintos colectivos para proponer sugerencias metodológicas.
Según cuentan algunos de los asistentes, tanto Quinteros (MSC) como Domínguez (INN) enfatizaron en la urgencia de los plazos y ofrecieron una invitación a conversar para evitar la “saturación de las iniciativas paralelas”. Entre las sugerencias propuestas, se habló de aumentar el número de sesiones por comisión y del pleno, así como también la posibilidad de retirar normas similares a las ya discutidas. Además, tal como adelantó Domínguez (INN), se llamó a lograr mayores acuerdos políticos entre colectivos.
El “golpe de timón” que planeó la mesa
La búsqueda de amplios consensos entre colectivos que planea la mesa no es tarea fácil. Por ejemplo, tras la elección de la nueva mesa directiva, las relaciones entre el Frente Amplio (FA) y Colectivo Socialista están más tensas, pese a que siguen conversando a través de coordinadores formales, algunos de los cuales están invitados a la reunión de este lunes.
También se hizo evidente la dificultad de llegar a acuerdos cuando entre los distintos colectivos de la derecha tardaron casi una semana en decidir quién sería su vicepresidente adjunto. O cuando quienes apoyaban la candidatura a la presidencia de Eric Chinga (Pueblo Diaguita) no cedieron ante la idea de sumarse a la carrera de Cristina Dorador (MSC) por la mesa directiva.
Desde la mesa apuntan a que el llegar a acuerdos entre colectivos es clave si se quiere cumplir con el plazo presupuestado pues, de esa forma y si existen coincidencias entre grupos, se podrían presentar menos pero más transversales indicaciones. Esto considerando, además, que algunas que se han ingresado son casi idénticas.
Por ejemplo, en la comisión de Sistemas de Justicia se presentaron indicaciones sobre unidad jurisdiccional. Sobre este tema, los convencionales del Colectivo Socialista Tomás Laibe y Andrés Cruz, y las convencionales de Vamos por Chile Ruth Hurtado y Carol Bown ingresaron dos indicaciones exactamente iguales, las que se votaron y fueron rechazadas de manera conjunta.
Según señalan desde la mesa, llegar a consensos entre colectivos evitaría que situaciones como ésta se repitan a lo largo del proceso, haciendo más eficaz el cumplimiento de los tiempos.
Pese a que durante la reunión se puso sobre la mesa la idea de la prórroga, hubo consenso en señalar que esa no era la instancia para discutir la idea. En concreto, algunos de los convencionales del Colectivo Socialista, apoyados por Loreto Vallejos (Pueblo Constituyente), eran los que tenían la idea de “ver si había ánimo” de hablar de esta posibilidad.
De acuerdo a una convencional que fue a la reunión, el vicepresidente descartó una vez más que se tenga que pedir una nueva prórroga después del 4 de julio.
Ante la eventualidad de que una prórroga sea abordada en la reunión de esta noche, desde antes de la reunión varios convencionales adelantaron que, si bien el tema podría tantearse, negaron que, en esa reunión se pudiera tomar una definición. Tatiana Urrutia (FA), una de las asistentes, aseguró que acudieron para “escuchar lo que nos quiera decir la mesa y las posturas de los distintos colectivos”.
En tanto, desde los colectivos que reúnen a los representantes de la UDI e independientes, junto al RN Harry Jürgensen -Chile Unido, Unidos por Chile y Chile Libre-, explicaron que no estaban disponibles para “en esta etapa, al menos, discutir una eventual prórroga”, sino que propondrán aumentar la cantidad de sesiones de las comisiones -por ejemplo, para que sesionen mañana y tarde- y “dar todas las facilidades” para que se aumente el ritmo de trabajo de manera que se pueda concluir el proceso de votación y redacción en los plazos acordados.
Fuentes de la mesa sostienen, en todo caso, que no está en sus planes pedir una prórroga y que el aviso respondió netamente a la necesidad de dar un “golpe de timón”, que permita generar una conducción política al órgano y liderazgos para lograr acuerdos. El desafío, afirman, es trabajar en clave de 2/3 en las comisiones, para anticipar un escenario de acuerdos antes de que las normas lleguen al pleno.
Así, el vicepresidente de la Convención, Gaspar Domínguez (INN), precisó a La Tercera: “Siempre decimos que los diálogos y consensos son importantes. Esta reunión tiene el objeto de planificar y discutir de qué manera se puede propiciar lograr estos consensos, discutir mecanismos sobre cómo facilitar el diálogo para llegar a los acuerdos que se requiere”.
Domínguez enfatizó durante la tarde en que la opción de la prórroga no está incluida en los objetivos de la reunión. “No está dentro de los puntos considerados en la tabla. Tampoco está dentro de las atribuciones de este órgano. No es el objetivo de la reunión”, aseveró.
¿Quiénes asistieron al encuentro?
Desde la centroderecha participaron los convencionales Rodrigo Álvarez, Arturo Zúñiga y Felipe Mena por los colectivos que congregan a los 21 UDI e independientes. En tanto, en representación de Renovación Nacional, Evópoli e independientes fueron Cristián Monckeberg y Manuel Ossandón.
Desde el Colectivo Socialista acudieron los convencionales Maximiliano Hurtado y Ricardo Montero, grupo en el que, además, transmitieron que más que analizar la posibilidad de una prórroga, la intención de la reunión es analizar cómo lograr cumplir con el cronograma ya establecido.
En el caso de Independientes no Neutrales (INN), se asistieron Guillermo Namor y Tammy Pustilnick. En tanto, por el colectivo del Apruebo, acudieron Eduardo Castillo y Fuad Chahín.
De Pueblo Constituyente fueron Loreto Vallejos y Camila Zárate. De Movimientos Sociales Constituyentes, Alondra Carrillo, y de la Coordinadora Plurinacional, Manuel Woldarsky.
En este último sector, en todo caso, comentaron que solo saben que “se está buscando la forma de llegar mejor a los informes (que irán al Pleno), dada la gran cantidad de normas que, aunque sesionáramos de lunes a domingo, no llegamos, con tiempos tan insuficiente impuestos en el acuerdo de noviembre”.