“Me defino como una mujer mapuche, campesina, de profesión abogada y defensora de los derechos humanos”. Esas son las primeras palabras que escoge Natividad Llanquileo para detallarse a sí misma. Siete son los escaños reservados para el pueblo mapuche y ella es una de las candidatas que compite por uno de esos cupos, para representar a su pueblo en la Convención.
Llanquileo fue la vocera de un grupo de mapuches que en 2010 hicieron una huelga en prisión luego de pedir la derogación de la ley antiterrorista. Entre los pilares que busca impulsar la abogada está avanzar hacia un Estado plurinacional, una “nueva relación con la naturaleza” con un modelo económico “más sustentable” y por último, fortalecer y ampliar el catálogo de derechos de la actual Constitución.
¿Qué es lo que la impulsó a proponer su candidatura como constituyente?
Esto nace producto de una decisión colectiva donde varias personas de diferentes territorios se reúnen y empiezan a trabajar esta propuesta. Una de las principales cosas que me hace tomar la decisión tiene que ver con que siempre han sido los mismos quienes han tomado las decisiones y esta vez va a ser distinto. Nosotros también queremos participar aunque sabemos que no es todo pero es un paso dentro de las tantas luchas que se tienen que dar.
¿Cuáles son las palabras o términos que utilizaría para reconocer constitucionalmente a los pueblos originarios?
Los primeros términos que se tienen que hablar son de primeras naciones, entre eso está la plurinacionalidad. Dentro de los términos que hemos ido desarrollando, también tiene que ver la dignidad y que fue una de las formas de protesta desde el 18 de octubre en adelante. Un mensaje ya instalado hace mucho rato dentro de los movimientos sociales. Queremos recuperar nuestra dignidad, ya no queremos que nos siga pasando lo mismo de siempre, entonces esa es una de las principales palabras que hemos utilizamos. Y justicia, por supuesto.
¿Bajo qué motivos es necesario establecer un Estado plurinacional para el reconocimiento de los pueblos originarios?
El Estado plurinacional en realidad tiene que ver con la aceptación normativa de una realidad que ya existe, en términos de que en la práctica existen diferentes naciones que son preexistentes a la formación del Estado mismo. Donde tenían formas de relacionarse, sus territorios, de hacer política, de cultura y todo lo demás, por eso nosotros decimos que esta nueva Constitución debe ser plurinacional en este sentido. Y que no solamente eso, sino que también se reconozcan dentro de lo mismo los derechos políticos, territoriales, económicos, culturales, lingüísticos que tiene una nación.
¿Por qué cree que este proceso de concretar el reconocimiento de los pueblos se ha postergado?
Tiene que ver con que estamos frente a un Estado tremendamente racista, clasista, conservador, que además es patriarcal y colonial, entonces como que cuesta mucho reconocer lo que ya existe. Además tiene que ver en realidad con la trampa que hay con el sistema económico que opera y donde los grandes recursos salen desde las propias comunidades de los sectores mapuche, en mi caso.
¿Cree que será posible instalar un diálogo con el pueblo mapuche para llevarlo a nivel constitucional?
Es posible, pero no requiere de esperar una nueva Constitución para poder hacerlo. Esto es un intento que se viene dando hace mucho rato especialmente por parte del mundo mapuche, donde se viene insistiendo al Estado que debe haber un diálogo que sea sincero. Esto no requiere de un cambio constitucional pero es un paso más dentro de la solución de los grandes problemas que existen hasta el día de hoy.
Una de sus propuestas gira en torno a establecer una “nueva relación con la naturaleza”. ¿Cómo se puede traducir esto para llevarlo a la práctica?
En la Carta Fundamental actualmente existe un modelo extremadamente protector de la propiedad privada que se traduce en proyectos extractivistas, todo se basa de acuerdo a lo económico, no hay otra forma de relacionarse. Una forma de cambiar esto es cambiar el modelo económico, que sea uno mucho más sustentable y que permita la vida no solamente en la generación actuales sino que también de las futuras. Les tenemos que dejar algo.
¿Se inclinaría por ampliar el catálogo de derechos sociales?
Es relevante no solo ampliar el catálogo, sino también fortalecer lo que hay. Ampliar es necesario porque el derecho al agua no existe, la vivienda digna tampoco está, el derecho a la alimentación. También hemos hablado de una infancia libre de violencia, el acceso a la justicia, que debe darse para poder tener una vida que nos permita vivir plenamente y en dignidad.
¿Qué otros puntos deben ser incorporados en esta discusión constituyente?
Los Derechos Humanos tienen que estar establecidos y con un respeto irrestricto, no podemos dejarlos afuera en esta oportunidad. Eso implica también llevar a un nivel jerárquico superior a los tratados internacionales en la nueva Constitución, que tienen que ver con los derechos relacionados con indígenas, las mujeres, la niñez, las personas con discapacidad, los adultos mayores y una serie de derechos.