Con un conocido recorrido en teleseries de televisión, la actriz, guionista y gestora cultural, Patricia López, hoy postula por un cupo de la convención constitucional de manera independiente en un cupo del partido Frente Regionalista Social Verde (FRVS) por el distrito 8.
“El status quo no proporciona evolución, crecimiento ni aprendizaje y las crisis son precisamente esos momentos para cambiar y pensar qué estamos haciendo mal. Este cambio sirve para recuperar la esperanza y la alegría que todos merecemos”, subraya la candidata de la lista Apruebo Dignidad.
¿Su candidatura a constituyente fue iniciativa propia o se la propuso el partido?
Me lo propuso Sebastián Milos en una conversación y quedé un poco sorprendida porque no estaba en mis planes. Yo estaba haciendo talleres de meditación y bienestar a través de zoom. Le pregunté a mi marido y me dijo que sería una linda oportunidad para aportar en esta nueva construcción de sociedad. Acepté y me puse a trabajar inmediatamente, sin descanso, estudiando y nutriendo nuestra propuesta. Y el distrito 8 también me lo propusieron pero yo soy de Colina así que de todas maneras fue una muy buena propuesta.
¿Qué ideas de la Federación Regionalista Verde Social en materia constitucional la acercan a ese partido para ir en un cupo de ellos?
Nada. Me llamaron un viernes y había que inscribir la candidatura el lunes, entré a la página y vi que eran pro medioambiente y regionalización, entonces me pareció que no era nada nefasto o muy alejado de lo que yo pienso con respecto a esos dos temas. Además, Sebastián me repitió incansablemente que yo no tengo ninguna vinculación con el partido, que es un cupo que me brindan y no tengo nada que explicar, exigir ni comprometer.
¿Cuáles son los ejes principales a los que apunta en su campaña?
Los derechos culturales son mi gran propuesta. Nos han vulnerado el derecho a tener todas las herramientas necesarias para poder desarrollarnos como sujetos culturales, desde expresarnos libremente hasta tener una educación integral, entre ella la sexual, reproductiva y emocional, que promueva la creatividad. El poder desarrollar los sueños artísticos, deportivos y otros, en la infancia nos va a permitir que haya menos frustración. También los derechos culturales tienen que ver con acceso a la educación de manera democrática e igualitaria. En definitiva los derechos culturales promueven una sociedad más equitativa y más pacífica.
¿Qué conversación se debe dar en torno a los pueblos originarios?
Primero establecer que Chile es un país plurinacional donde estas identidades únicas e irrepetibles se relacionan entre sí y van generando un tejido social. Es importante que el Estado tenga la obligación de ir al rescate de estas culturas para poder compartirlas con Chile y con el mundo. Cuando nos reconocemos como un país con muchas culturas, no solo pueblos originarios sino que la cultura de la infancia, de la discapacidad que no está integrada ni siquiera en el diseño de las ciudades, de la mujer que está precarizada en la casa cuidando, tenemos una manera concreta de relacionarnos y presidir el mundo con cierta sensibilidad.
Algunos candidatos plantean cambiar el modelo de gobierno a uno semipresidencial, ¿cuál es su visión al respecto?
Parece que se llega a ese consenso pero las decisiones finales hay que tomarlas en conjunto con la ciudadanía en el proceso constituyente a través de asambleas participativas, por ejemplo. Pero claramente estamos de acuerdo en que hay que equiparar el poder de decisión. Entonces hay que ver que le queda mejor a las costumbres y a la idiosincrasia chilena. Al parecer a la ciudadanía le gusta la figura de un Presidente, les da seguridad y quizás no estamos preparados para que el Congreso nombre a un primer ministro, hay que ir dialogando y ver qué es lo mejor.
Pensando que la convención es paritaria y que tiene escaños reservados, ¿el Congreso debería ser igual?
Sin duda. En todos los poderes del Estado y en todo el servicio público tiene que estar integrada la paridad y la igualdad de género en lo laboral, en lo salarial, los derechos sociales y en todo espacio donde se pueda permear, la paridad ya es un hecho y ni siquiera es discutible. Además, la perspectiva de género va a cruzar toda la Constitución y se tiene que agregar un principio a no ser discriminado por género, estatus social o por nacionalidad. Es súper importante porque somos un país que discrimina demasiado.
¿Se debería contemplar la iniciativa popular de ley como un mecanismo de participación ciudadana?
Obvio. Es una tremenda iniciativa que la ciudadanía junte una cantidad de firmas y pueda proponer. Me parece espectacular porque siento que ese es el gran cambio de paradigma: una ciudadanía que se hace responsable de su bienestar, es una una vuelta a recuperar la política en nuestras manos y realmente participar.