La periodista y candidata al distrito 10 por la lista “Independientes por la Nueva Constitución”, Patricia Politzer, se define de cara a los comicios del 11 de abril. La igualdad, el reequilibrio del poder, la perspectiva de género, asegurar un medio ambiente libre de contaminación y la participación ciudadana son para ella los ejes que deben orientar la discusión de cada artículo de la nueva Constitución. “No basta con decir que los hombres y las mujeres son iguales, ese derecho tiene que orientar cada discusión”, dice.
¿Qué sería lo primero que cambiaría de la Constitución?
Más allá de un artículo específico de la Constitución que nos pueda gustar o no, la idea de la hoja en blanco permite tener un texto coherente. Y que no pase como ahora que un artículo que parece muy bueno, en otro se desvirtúa. Por ejemplo, la educación. La actual Constitución la consagra como un derecho, pero en la práctica aplica la “libertad de elegir”, es decir, tienes derecho a la educación que puedes comprar. Entonces, la educación se debe garantizar como un derecho, pero al mismo tiempo otros derechos como la libertad de enseñanza deben ser coherentes con su ejercicio.
En cuanto al rol del Estado, ¿es partidaria de mantener la subsidiariedad?
Para mí es crucial pasar de un Estado subsidiario, que pone el foco en el mercado, a un Estado democrático y social que prioriza a las personas. No solo reconociendo sus derechos sociales sino que garantizándolos a través de un Estado que sea productivo en resguardar esos derechos básicos.
¿Qué rol debería jugar el sector privado y la sociedad civil?
En el tema de los derechos sociales lo primero que tenemos que asegurar es que el Estado garantice ese mínimo general. Por ejemplo, la libertad no es un derecho efectivo si no tienes un nivel de vida básico que te permita hacer uso de esa libertad. Y si una acción del sector privado entorpece esos derechos garantizados, no corresponde. Si es para ayudar, para hacerlos crecer, para aumentarlos, bienvenido sea.
Usted ha dedicado su carrera a las comunicaciones. ¿Qué propuestas tiene al respecto?
Básicamente hay que consagrar no sólo la libertad de expresión, no sólo el derecho a expresarse sino también el derecho a ser informado rigurosa, oportuna y con el pluralismo necesario. Eso hay que agregarlo a nuestra Constitución como derecho fundamental.
¿Es partidaria de moderar el presidencialismo?
Es indispensable equilibrar el poder político en Chile, permitiendo que la tarea de gobernar sea mucho más compartida entre el Ejecutivo y el Legislativo. Y, además, lo que me parece muy importante, con mayor participación ciudadana. Ese es un factor fundamental cuando miramos la forma de gobernar a futuro.
¿Pero habla de un parlamentarismo, un semi-presidencialismo?
Nuestra tradición no va hacia un parlamentarismo propiamente tal. Pero sí creo en un régimen que incorpore algunas de las instituciones del régimen parlamentario. Por ejemplo sería interesante mejorar el mecanismo de interpelación a las distintas autoridades. Incluso, soy partidaria de establecer la posibilidad, por un lado, de que el Congreso pueda censurar al Presidente por una vez en su mandato, con un sistema que asegure la gobernabilidad del país. Y, por otro, que el Presidente pueda disolver el Congreso por una vez, llamando a elecciones anticipadas. Esto precisamente porque muchas veces, a lo largo de un gobierno, las mayorías cambian y se traba la gobernabilidad.
¿Eliminaría la iniciativa exclusiva o los quórum supramayoritarios?
Absolutamente. Hay que reducir drásticamente la iniciativa exclusiva del Presidente, dejarla sólo para materias muy sensibles. El Congreso actualmente no tiene ninguna posibilidad de una iniciativa de ley en asuntos de relevancia y eso hay que subsanarlo. También hay que eliminar el veto presidencial y que terminen los quórum supramayoritarios, los que solo deben dejarse para las reformas constitucionales.
¿Congreso unicameral?
No tengo aún una posición definitiva. Uno no puede llegar a la constituyente con la Constitución escrita debajo del brazo. Me parece fundamental debatir y discutir. Pero creo que existen muy buenas razones para un Congreso unicameral, mi inclinación es hacia allá, sin haber tomado una posición definitiva. Una sola cámara hace que la tarea legislativa sea más rápida y más eficiente. Y, a su vez, le otorga mayor fortaleza al Poder Legislativo frente al Poder Ejecutivo.
¿Qué posición tiene respecto a la participación ciudadana en el proceso?
El que crea que este proceso constitucional puede hacerse entre cuatro paredes simplemente está fumando opio. Todas las discusiones de la convención deben ser transparentes y abiertas. Y tal como se habla de la iniciativa de ley ciudadana, podría fijarse un mecanismo que permita la posibilidad de que un número importante de ciudadanos plantee un tema que es relevante y que esa propuesta deba ser discutida por la convención.