¿Qué piensan los constituyentes sobe la tecnología? Previo a las megalecciones del 15 y 16 de mayo, la Fundación Saber Futuro y el Núcleo Milenio en Desarrollo Social (DESOC) realizaron la encuesta Tecnología y Constitución: ¿Qué piensan las y los Constituyentes? De un universo de 1269 candidatos, indica el estudio, respondieron 139 y algunas conclusiones fueron que quienes más respondieron fueron los independientes, la gran sorpresa -para muchos- de las pasadas elecciones.

Además un 62% de los encuestados no está de acuerdo que en el país exista transparencia respecto de los datos biométricos que el Estado recolecta y almacena, un 62,59% respondió estar de acuerdo o muy de acuerdo en que era “urgente” nacionalizar Internet y un 61,87% cree que “sería positivo que el Estado utilice los datos de las personas para el diseño de políticas públicas que identifique la probabilidad de embarazo adolescente entre las menores de edad del país”.

Al respecto, Paula Espinoza, directora ejecutiva de Saber Futuro, experta en levantamiento de datos y autora del libro Copia o Muerte, expresa que “nos interesa el tema distribución y el acceso al conocimiento con el poder y por lo tanto una Constitución que quiere hablar de eso tiene que por ende hablar del conocimiento, el cual está alojado principalmente en lo que conocemos con internet, red informática o datos”.

Uno de los mayores apoyos fue el de nacionalizar el Internet. ¿Cómo interpreta estos datos?

Uno podría decir que la encuesta sí deja la impresión que ahí los candidatos no logran considerar los alcances del tema. Se nota también que hay una cosa ideológica y política que no entiende el funcionamiento de internet. Ellos pudieron haber respondido “neutral” o “paso”. Sin embargo, no utilizaron ninguna de esas respuestas. Uno ve que los sectores más progresistas de izquierda fueron derechamente por nacionalizarlo. También desde candidatos de centro y de derecha apoyaban la idea, cuando se podría pensar que estarían en su mayoría en contra de la nacionalización. Entiendo que uno quiera mayor injerencia, mayor acción del Estado para que exista acceso a internet en las llamadas zonas rojas porque los privados no tienen el incentivo, pero de ahí a que uno quiera un mundo con una monopolización de Internet, es super extraño. Además que es imposible controlarlo, por ejemplo están los hackers.

¿Por qué cree que es importante que un constituyente sepa o tenga noción de los alcances de este tipo de conceptos?

Si seguimos pensando que en este caso, no solo de internet, sino que del uso de datos y la creación de algoritmos es solo un instrumento de reglas, que sigue reglas, vamos a vivir en un mundo plano, vamos a vivir siempre con solo una parte de la historia. El asunto es que hoy por hoy los algoritmos toman decisiones, evalúan. Y en esa toma de decisiones hay consecuencias sociales. Si no comprendemos eso, no vemos las consecuencias sociales. Un ejemplo reciente es el Bono Clase Media. Pasaba una cosa bien loca, había personas que se metían y les salía una especie de cruz. Hay algo que nosotros deberíamos incorporar que se llama identidad digital. Tú tienes identidad digital. Imagina que un algoritmo tomó y decidió que eras o no eras clase media, eres o no eres rico, eres o no eres pobre. Es cierto, nosotros conocíamos que había cuatro reglas para acceder a ese bono pero esas cuatro reglas están dentro de una juguera, un algoritmo. Y lo que nosotros debimos haber pedido, y yo lo investigué y ningún parlamentario ni parlamentaria lo hizo, fue preguntar por el algoritmo. Para allá van las normas internacionales, tienen que ver con la transparencia del algoritmo.

Una gran parte de los encuestados plantearon la necesidad de la modernización del Estado, ¿cómo podría avanzarse esto respecto a la relación de tecnología y constitución?

La modernización del Estado es algo que viene desde hace varios años, con avances y retrocesos. El problema es que no está bien definido qué es la modernización del Estado. ¿Es solo la digitalización de los datos? ¿Solo el traspaso de datos? A mi me parece que implica aun más y ahí sí que hay un tema constitucional. No sé como va a quedar eso redactado porque aquí estoy hablando de principios pero tiene que ver con tus derechos a tu identidad digital. O sea, no puede ser que nosotros los chilenos no tengamos derechos a conocer nuestra identidad digital. No podemos hablar de modernización si no hay identidad digital y eso es por hoy es imposible.

¿Cómo debiera estar enfocado entonces el debate constituyente?

La Constitución tiene que empezar a repensar lo que es una persona, cuáles son los límites de la persona, donde están, que es una comunidad, que comparto o no comparto, que tipo de desarrollo tecnológico nos imaginamos y ahí es muy importante abrir la cabeza, que es algo que no hemos hecho y como no lo hemos hecho es difícil pensar cómo hacerlo.

Lo que uno debería asegurar, en términos amplios es más bien el acceso a la información, el acceso a la diversión, porque por Internet no solo me informo, también me divierto. Debemos pensar cual es el lugar y los límites del individuo. Hasta donde soy materia prima y hasta donde no lo soy. Y luego cuales son la cadena y mis derechos de acuerdo a esa transparencia. Porque ahora todas las legislaciones hablan del resguardo, del secreto bancario, pero en qué minuto yo tengo derecho a acceder a mis datos, por ejemplo, a mis datos médicos. En qué minuto yo tengo derecho a saber la trazabilidad de mis datos, donde andan ¿Qué va a pasar con los datos del covid?¿Se van a entregar a las Isapres, a las aseguradoras?

¿Y existen ejemplos de estos en otros países?

No lo sabemos. Esto se habla en la regularización sobre tecnología en Europa, con temas de salud y migración, por ejemplo, cuando hablas de tu situación migratoria. Eso tiene que ver con tu identidad digital. No todos tienen que ser expertos. Pero a mi si me gustaría que se preguntaran cosas de principios. Por ejemplo, los datos en salud pueden ser muy útiles porque los necesitas para desarrollar una vacuna, como fue el caso de ahora. El énfasis tiene que estar puesto en el fortalecimiento en el uso de datos por parte del Estado y eso quiere decir capacitación, modernizar los sistemas, generar una nueva cultura en relación a los datos, en relación a la protección.