Las oficinas de la Fiscalía Oriente por estos días están más atiborradas que de costumbre de papeles y documentos. En las hojas que los investigadores especialistas en delitos sexuales revisan y chequean hay declaraciones de más de 50 personas, antecedentes y diligencias encargadas hace nueve meses por la fiscal jefa de Las Condes, Lorena Parra.

La investigación que Parra ha liderado en los últimos meses ha sido compleja. Las acusaciones en contra del director de TV Herval Abreu y del cineasta Nicolás López estuvieron apenas separadas por dos meses.

Ambos -hasta entonces- eran sinónimo de proyectos exitosos y de alta audiencia: Abreu, responsable de algunas de las teleseries con mayor rating de Canal 13 como Machos y Soltera Otra vez; López, considerado el ícono del cine comercial chileno con películas como Qué Pena tu Vida y Sin Filtro.

Las denuncias de abuso y acoso sexual de un grupo de actrices, guionistas y mujeres vinculadas al espectáculo terminaron con esos días de éxito. Desde allí las rutinas de Abreu y López han compartido similitudes. Con largas horas declarando ante la fiscal Parra -dos veces cada uno-, desestimando las acusaciones, sin apariciones públicas y con varios proyectos cancelados.

Por estos días, las causas judiciales de ambos enfrentan definiciones clave. Y -según sostienen fuentes que conocen los casos- López y Abreu enfrentarán un destino judicial dispar: el primero será formalizado por abusos sexuales y violación. En el caso del segundo, la fiscalía no perseverará y su defensa ya planea pedir que la justicia determine el sobreseimiento de las acusaciones en su contra.

El fiscal regional metropolitano Oriente, Manuel Guerra, confirmó a Reportajes la decisión que se tomó en el caso de Nicolás López. "Estas investigaciones son complejas, pero ya tras varios meses de investigación y un estudio jurídico del caso, hemos determinado que se formalice ante la justicia, y la fiscal Parra llevará ante los tribunales una imputación por los delitos de abuso sexual y violación", sostuvo el investigador.

La investigación de Parra

El primero en enfrentar denuncias públicas fue Herval Abreu, el 28 de abril. Siete actrices jóvenes relataron a Revista Sábado situaciones de abuso de poder, acoso sexual y prácticas poco convencionales -como casting en su departamento- para conseguir papeles en TV.

El 30 de junio fue el turno de Nicolás López. El director de cine fue denunciado por ocho mujeres con las que había trabajado. Todas decían que las había forzado para sostener actos de connotación sexual tras contactarlas para alguna de sus películas.

Tras las denuncias, el Ministerio Público abrió investigaciones de oficio lideradas por la fiscal Parra, quien en 2014 logró -junto a la fiscal Carmen Gloria Guevara- una sentencia condenatoria contra el cura John O'Reilly por abuso de una menor de edad.

Más de 20 personas pasaron por la oficina de la fiscal y su equipo para ser interrogadas por el caso de Herval Abreu. Mayoritariamente, profesionales que lo habían conocido en su trabajo en Canal 13.

Según señalan quienes conocen el caso, el Ministerio Público no va a perseverar en la causa, y el abogado Mario Vargas anunció que, una vez finalizada la etapa investigativa, pedirá al Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago que el director sea sobreseído.

Con ese término judicial, Abreu no podría ser blanco otra vez de una investigación penal por los mismos hechos denunciados.

Una realidad totalmente distinta a la que deberá enfrentar Nicolás López, quien será formalizado por las acusaciones que pesan en su contra.

La fiscalía pudo establecer una suerte de modus operandi de Nicolás López: Intentaba alcoholizar a las actrices y luego las invitaba a su departamento.

La investigación en su caso incluyó 30 interrogatorios, análisis de chats, correos y diligencias realizadas por la Brisexme (Brigada de Delitos Sexuales y Menores).

Quienes conocen la causa señalan que son cinco las víctimas que serán judicializadas por el Ministerio Público al llevar sus casos a tribunales. Todas son actrices. Todas relataron episodios similares con el director de cine, pese a que no se conocían entre sí y no se determinó que tuvieran un objetivo común o se desprendiera de estas denuncias una ganancia en su beneficio. Las denunciantes han sido atendidas por especialistas de la fiscalía ante el costo de participar de un proceso judicial en que deberán repetir más de una vez las conductas vividas.

En el caso de Nicolás López, además, las denunciantes coincidieron en que éste hizo uso de la fuerza luego de que ellas rechazaron sus insinuaciones sexuales. Ese es un elemento clave para entender que ambos casos se resuelvan de distinta manera.

Las denunciantes de Abreu, en cambio, se refirieron a situaciones incómodas y que podrían constituir acoso laboral, pero sin que se acredite el uso de la fuerza por parte del imputado. Las mismas fuentes consultadas explican que no se logra tipificar el delito de abuso sexual entre adultos como está descrito en la legislación chilena.

Las diversas pesquisas realizadas por la Brisexme estos meses determinaron que en el caso de Nicolás López, el director tenía una conducta habitual en los relatos hechos por sus denunciantes: tomaba a las actrices de los brazos, en algunos casos se aprovechó de su fuerza para inmovilizarlas y, en otros, las empujó a la cama.

Los pasos judiciales que vienen serán vitales para la forma en que el Ministerio Público y los tribunales abordarán estos casos que cobraron relevancia tras el estallido mundial del movimiento MeToo.

Las culpas de López

- Oye que eres perna. Las actrices de Hollywood son más maracas.

Esa podía ser una frase habitual en una cena con Nicolás López.

El testimonio de las actrices interrogadas por la fiscal Parra permitió determinar una suerte de modus operandi que el director solía repetir en sus cuestionados encuentros.

López las invitaba a salir. Las conocía por amistades en común. Todas jóvenes y atractivas. Todas actrices a quienes luego las involucraba en alguno de sus proyectos. Entre ellas estaban Daniela Mateluna, María Jesús Vidaurre, V. W. (menor de edad al momento de los hechos), Bernardita Cruz y Daniela Ginestar.

Tras ello venían los comentarios que incomodaban a las víctimas. Siempre haciendo referencias al físico y la personalidad de las mujeres. "Tienes que ser más puta", le habría dicho a una de las víctimas.

El libreto se repetía de manera constante: López las invitaba a cenar y trataba de alcoholizarlas lo más posible para luego ir a su departamento en calle Teresa Salas, en Providencia. Siempre lo hacía con la excusa de conversar sobre alguna de sus producciones.

En el lugar también funcionaba la Productora Sobras, cofundada por López, responsable de la trilogía que inició con Qué Pena Tu Vida, además de otras cintas como Promedio Rojo, y que cerró tras el escándalo de las acusaciones en su contra. Allá, a metros de su oficina, intentaba tener relaciones sexuales con las actrices.

La investigación ha logrado establecer que -frente a respuestas negativas- el director siempre terminaba forzando la situación para realizar actos de connotación sexual.

"A pesar de ser un guatón de mierda, no hay mayor afrodisíaco que el cine. Entonces siempre he tenido la oportunidad de estar rodeado de minas, que a veces uno las puede emborrachar", comentaba el propio Nicolás López en una entrevista en The Clinic, en 2014.

El Ministerio Público también tomó declaración de mujeres que pudieron decir que no. Las mismas fuentes señalan que los testimonios de las actrices Josefina Montané y Lucy Cominetti fueron clave. Ellas no aparecen como víctimas de los abusos que se imputarán, ya que pese a que sí fueron afectadas -según la indagatoria- por el acoso de López, no se logró contar con más elementos como la fuerza para tipificar su conducta en los actos que sanciona la ley.

Aun así, sus relatos son relevantes para la hipótesis que la fiscal Parra impulsará ante los tribunales. Las dos actrices coincidieron en el método que ocupaba el actor. En el expediente del caso está el testimonio de Montané, quien habría referido que el director "siempre trataba de alcoholizarla mucho en las salidas que tenían".

Dos personas que trabajaron con Nicolás López en la ex Productora Sobras aportaron otros datos importantes. No conocían a las víctimas, pero en sus declaraciones señalaron las mismas conductas que las actrices habían referido. También declararon que Nicolás López se jactaba en público de haber tenido relaciones sexuales con mujeres bellas e hipersexualizar el ambiente laboral en todas sus películas.

Pese a que las actrices declararon haber pasado por situaciones incómodas, no se pudo acreditar el delito de abuso sexual en el caso de Herval Abreu.

En su defensa ante el Ministerio Público, López aseguró que todas las acciones descritas por sus denunciantes habían sido consentidas y negó la mayoría de las situaciones relatadas por las víctimas.

Los casting de Abreu

La investigación por el caso de Herval Abreu, en tanto, duró 9 meses. Esa fue la punta de lanza del MeToo en Chile.

Tras conocer las denuncias, Canal 13 decidió sacarlo de los créditos de Soltera Otra Vez 3, teleserie que estaba al aire en ese momento y que había sido dirigida por Abreu.

Quienes conocen la investigación señalan que de los testimonios de las denunciantes se ha logrado establecer una conducta irregular y se demostró que, consciente del poder que tenía, puso en situaciones incómodas a distintas actrices.

Las denunciantes dijeron que en un principio encontraban que la relación con Abreu era "rara" y que iba subiendo de tono. Según ellas, empezabas con un casting para personajes principales de sus producciones y en ocasiones debían desfilar en ropa interior.

Abreu señaló a la fiscal Parra que no tenía tiempo en horario de oficina y por eso recibía a actores en su casa, por la tarde. Sobre los casting en ropa interior, dijo que algunas teleseries "lo ameritaban". También reconoció que tenía relaciones con mujeres que excedían el ámbito laboral.

La actriz Carola Paz relató públicamente que Herval Abreu la había tocado en su pierna sin su consentimiento y que luego la llevo a un motel. Todo eso fue negado por el director de Soltera Otra Vez.

En ninguno de los casos el Ministerio Público logró acreditar el delito de abuso sexual contra adultos. R