El domingo pasado, en la Fundación Jaime Guzmán había sorpresa e indignación. Ello, luego de que Reportajes informara que Bélgica le había otorgado la calidad de refugiado a Miguel Ángel Peña, sindicado como uno de los autores del atentado terrorista que terminó con la vida del senador UDI. Un escenario similar al que ocurrió con Ricardo Palma Salamanca, quien recibió la calidad de refugiado en Francia.

La situación genera que, en ambos casos, la posibilidad de extraditar a los exmiembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) sea casi nula.

Por lo mismo, durante esta semana, la fundación -creada para mantener el ideario del parlamentario- emitió un documento titulado "La red de protección internacional: asesinos refugiados". En el texto se asegura que existe una protección internacional de "asilo y/o refugio político", que impide que los protagonistas del homicidio regresen a Chile. Respecto de Miguel Ángel Peña, se establece que se trata de un "nuevo revés en la búsqueda de justicia" y califica el actuar del organismo belga como "un síntoma más de la acción de esas redes internacionales que, a través de un trabajo de lobby político, así como con el financiamiento económico para la vida de los involucrados, ha generado una sensación en los organismos internacionales respecto de que Chile no tiene las condiciones de juzgar a estos extremistas dentro de un orden jurídico de un estado de derecho".

La fundación, en su texto, llama al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile a revertir la decisión de Bélgica y hacer todos los esfuerzos para que Peña regrese al país.