Es jueves al anochecer, apenas han pasado algo más de 48 horas desde el fallido golpe de Estado protagonizado por los líderes opositores Juan Guaidó y Leopoldo López en Caracas, y el canciller venezolano, Jorge Arreaza, al teléfono desde la capital venezolana, asegura que ya todo "está en calma". Que, con la excepción del barrio de Altamira, la urbanización de clase media que ha sido epicentro de las movilizaciones opositoras, el resto del país no ha registrado complicaciones. La situación, sin embargo, está lejos de ser normal. Asegura que Estados Unidos ha propuesto una estrategia de "o te vas o te saco por la fuerza", por lo que el régimen de Maduro está preparado para cualquier escenario. "Estamos preparados para responder con toda la fuerza a una agresión militar, a una invasión", afirma.

No obstante, el llamado que hace Arreaza a la oposición es a retomar la sensatez y el diálogo con el gobierno para buscar una solución pacífica a la crisis política. Incluso, anuncia, el régimen de Maduro está dispuesto a acordar el adelantamiento de las elecciones de la Asamblea Nacional, previstas para fines de 2020, para que haya un rebaraje de las fuerzas políticas del país. También, asegura, se podría negociar la reactivación de la Asamblea Nacional.

El martes hubo mucha confusión. ¿A qué hora el gobierno de Maduro tuvo certeza de que el golpe de Estado había fracasado?

Se sorprenden en el mundo, pero nosotros estamos acostumbrados, sabemos que este sector que tiene secuestrada a la oposición venezolana no tiene ningún tipo de arraigo popular verdadero. El electorado que apoya a la oposición venezolana es un electorado nacionalista, que quiere diálogo, pero no quiere una invasión o una guerra, ni promueve un conflicto. No hay una identificación real entre el electorado opositor y la dirigencia de Juan Guaidó y Leopoldo López. Hay una desconexión absoluta. Y los militares venezolanos, que son antiimperialistas, jamás responderían al llamado de unos dirigentes políticos que están promoviendo intervenciones extranjeras en Venezuela, que están promoviendo bloqueos y sanciones para que el pueblo venezolano sufra, son todo lo contrario de lo que son los militares venezolanos.

¿Cómo se explica, entonces, que el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, haya mantenido conversaciones con autoridades de Estados Unidos?

Washington también dijo que el Presidente Maduro tenía un avión listo para irse del país y que lo bajó un llamado del Presidente Putin. No sé qué fantasías se están pasando. Juan Guaidó está al frente de un gobierno imaginario, ficticio como Narnia, no gobierna absolutamente nada. Todas estas hipótesis que lanza el gobierno de Estados Unidos las están inventando, no tienen sustento en trabajo de inteligencia, no tienen ningún arraigo con la realidad. Están partiendo de bases absolutamente falsas, solo están buscando pretextos para una invasión, para una intervención militar. Estados Unidos no está detrás del golpe, está delante, está liderando e imponiendo sus hipótesis a la oposición venezolana y a los gobiernos latinoamericanos que se han subordinado a sus dictámenes. Por eso, todo esto es consecuencia de una estrategia fallida que no parte de la realidad, que está destinada a fracasar.

El gobierno de Trump mantiene abiertas todas las posibilidades de acción en Venezuela. ¿Cree posible una intervención militar sin el apoyo de los países de la región?

Trump en eso tampoco tiene el respaldo del Congreso de Estados Unidos. Nosotros estamos preparados para todos los escenarios. Ellos (Estados Unidos) dicen que están todas las opciones sobre la mesa, nosotros tenemos todas las opciones para responder a los escenarios que presenten. Pero lo que ofrece Estados Unidos es una mesa muy extraña, porque no está la opción de diálogo ni el respeto al derecho internacional. Es una mesa de o te vas o te saco por la fuerza. Bueno, nosotros estamos listos para el diálogo nacional en Venezuela, para el diálogo con Estados Unidos. Pero si nos agreden militarmente también estamos listos para responder a esa agresión militar con toda la fuerza de un pueblo, no solo de un ejército, ni de una milicia, sino de un pueblo completo que defendería cada palmo de suelo venezolano.

Usted habla de diálogo, ¿qué posibilidades hay de retomar un diálogo entre el gobierno y la oposición para buscar una solución pacífica a la crisis, cuando todos los esfuerzos han fracasado y la oposición critica que los llamados al diálogo solo son una forma de dilatar las cosas?

Si quisieran venir ahora mismo a dialogar, en cinco minutos podríamos estar sentados en una mesa de diálogo. Cualquier solución dentro de la Constitución venezolana es posible a través del diálogo, que es el único camino. Pero le aseguro que si les pregunta a los líderes de la oposición, le dirán algo completamente distinto. Si tenemos a una oposición secuestrada por Estados Unidos, por un grupo de halcones que están al frente de la política exterior de Estados Unidos, bueno, ya quedará de parte de ellos el que tengan el valor de independizarse de esos halcones y sean capaces de sentarse a dialogar con un país completo que necesita que contemos con una oposición nacional y no entregada a los intereses de Estados Unidos.

¿El gobierno estaría dispuesto a llamar a elecciones anticipadas, con observadores internacionales independientes, para buscar una salida a la crisis?

Cualquier opción que esté dentro de la Constitución nosotros estamos dispuestos a considerarla en una mesa de diálogo con la oposición. El calendario electoral se ha cumplido en los últimos años. Hemos hecho cinco elecciones en poco más de año y medio. Las próximas elecciones son a fines de 2020, cuando corresponde la elección de la Asamblea Nacional, que es, además, una elección políticamente muy interesante, porque ahí se puede reflejar quién tiene mayoría en el país y en quién confía más el pueblo venezolano. Sería una extraordinaria oportunidad para definir el futuro político de Venezuela. Con un arreglo político con la oposición, nosotros perfectamente podríamos adelantar esas elecciones de la Asamblea Nacional, tal como se adelantó la elección presidencial por presión de la mesa de diálogo. No tendría por qué ser diferente ahora, y esa sería una magnífica oportunidad para de nuevo barajar el juego y ver quién tiene la mejor mano de esta partida.

¿Ustedes han planteado a la oposición ese ofrecimiento de adelantar las elecciones de la Asamblea Nacional?

Les hemos hecho saber públicamente esa salida. Pero yo tengo serias dudas de que la oposición quiera una medición electoral en estos momentos.

¿La apuesta de la oposición es la salida total del régimen chavista?

Sí, eso es correcto, en estos momentos lo que quiere la oposición es arrasar y destruir, por eso digo que espero que prime la sensatez. Espero podamos llegar a un acuerdo, que pase por el levantamiento del bloqueo de Estados Unidos que nos hace sufrir a todos por igual, chavistas y no chavistas, y cerremos un acuerdo para ir a un proceso electoral u otras opciones dentro de la Constitución.

El Grupo de Lima se reunió el viernes en Perú para buscar nuevas medidas para forzar la salida del gobierno de Maduro, ¿a su juicio, tras el fallido llamado de Guaidó a un alzamiento militar, el Grupo de Lima perdió margen de acción?

Ese grupo no es más que un grupo de gobiernos subordinados a Estados Unidos, y el rol que ellos han jugado es poner las condiciones que fija Estados Unidos para facilitar un cambio de régimen en Venezuela. Ese grupo no tiene mayor relevancia para Venezuela; si quieren se reúnen todos los días y emiten declaraciones todos los días, a nosotros nos tiene sin cuidado. Todas las acciones que han tomado han fracasado una tras otra y, por lo mismo, creo que debe haber algo de frustración en los gobiernos que están allí. Llamamos a los gobiernos del Grupo de Lima a rectificar su posición, nosotros somos tolerantes, nos gusten o no, son gobiernos elegidos democráticamente por los pueblos de los países hermanos y, ojalá, puedan volver a la sindéresis y al respeto de la voluntad del pueblo venezolano. Nuestra mano está extendida para que ellos rectifiquen y podamos volver a tener buenas relaciones.

Aunque usted los califica de irrelevantes, el Grupo de Lima respalda las sanciones económicas decretadas por Estados Unidos, ¿cuánto afectan esas sanciones a Venezuela?

El conjunto de países del Grupo de Lima no tiene ninguna capacidad para sancionar ni para imponer ninguna medida que afecte a Venezuela. Quien sí tiene esa capacidad es el gobierno de Washington y las sanciones que ha tomado Washington contra nuestra economía han generado un bloqueo que dificulta muchísimo el que nosotros podamos comprar lo que el pueblo necesita, su alimentación, sus medicamentos, insumos para la producción. Es un bloqueo criminal, inhumano. Ellos hablan mucho de ayuda humanitaria, pero están actuando de una forma totalmente inhumana con este bloqueo. Lo que es muy lamentable es que gobiernos de países hermanos se sumen y apoyen esa política inhumana de bloqueo de los Estados Unidos, lo que los hace, por proyección, que también sean inhumanos.

Usted calificó al Presidente Piñera de "empresario adorador de Pinochet", por el respaldo que dio a Juan Guaidó el día martes, ¿ratifica sus dichos?

Por supuesto. El Presidente Piñera está en una disputa con el Presidente de Colombia para ver cuál de los dos figura más en su acción contra Venezuela para que su jefe Trump los promueva, les dé mayor reconocimiento. Es una lástima que el Presidente de Chile esté disputando esa figuración. Nosotros sabemos bien que los gobiernos de Chile y Colombia están al tanto de todas las acciones violentas de la oposición venezolana y los apoyan sin ningún miramiento ni respeto al derecho internacional, ni a la Constitución venezolana. Ellos simplemente están siguiendo las órdenes de Estados Unidos.

¿El gobierno venezolano tiene algún antecedente serio de que el gobierno chileno supiera con anticipación de las acciones que protagonizaría Juan Guaidó el día martes?

Estoy seguro que sí. Ahora Chile dice que no estaba al tanto, porque fue una derrota absoluta y un golpe frustrado. Pero no es coincidencia que el reo Leopoldo López buscara refugio en la embajada chilena. El gobierno chileno siempre ha sido de los más cercanos a este sector muy violento de la oposición venezolana, desde el mismo día de las elecciones que ganó Sebastián Piñera, cuando se le vio abrazado a la esposa de Leopoldo López. Nosotros sabemos que hay comunicación permanente entre ellos.

Este 6 y 7 de mayo, en Costa Rica, se reunirá el Grupo de Contacto, que integran países de la Comunidad Europea y de Latinoamérica. ¿El gobierno de Maduro hace alguna diferencia entre el rol que intentan desempeñar el Grupo de Contacto y el Grupo de Lima?

Hay una diferencia clara. El Grupo de Contacto, que fue inicialmente un impulso de países de la Unión Europea, tiene la intención de que las partes se sienten a dialogar y buscar una solución dialogada, pacífica. Nosotros hemos recibido a las delegaciones del Grupo de Contacto en varias ocasiones y nos hemos reunido por varias horas. Al menos tres veces han venido a Venezuela y hemos tenido contactos al más alto nivel. Siempre les hemos dicho, crucen la calle -porque la Asamblea Nacional está al frente del edificio de la Cancillería-, reúnanse con los líderes de la oposición de la Asamblea Nacional y tráiganlos a dialogar, nosotros estableceremos una negociación de inmediato. Pero cuando intentan convencer a la oposición de negociar se encuentran con un muro más grande que el que está construyendo Trump en la frontera con México. Es intransitable y hasta ahí llegan las intenciones del Grupo de Contacto. Ojalá que el Grupo de Contacto, el Mecanismo de Montevideo, tengan la capacidad de presionar a la oposición venezolana para que libere amarras de la política exterior estadounidense y se siente a dialogar civilizadamente, con la Constitución de por medio, con el chavismo y el gobierno Constitucional de Venezuela.

Tras el fallido intento de golpe, ¿la oposición venezolana se mantiene unida?

Tengo la certeza de que hay muchísimos matices y diferencias al interior de la oposición venezolana. Circunstancialmente y por el temor que le tienen todos ellos al gobierno de Estados Unidos, han mantenido una posición unitaria. Pero nosotros siempre hemos apostado a que la sensatez dentro de la oposición venezolana se imponga. Ahí hay varios liderazgos que son sensatos, que son decentes, que creen en la Constitución y en la democracia, ojalá logren salir del secuestro en el que se encuentran, no sigan en el síndrome de Estocolmo, se liberen y tengan el coraje de dialogar y evitar así un conflicto interno, una intervención militar, evitar más sufrimiento por el bloqueo contra Venezuela. Este es el momento y siempre guardaremos la esperanza de que prime la sensatez.

¿Es una señal de debilidad del gobierno de Maduro el que Juan Guaidó no haya sido detenido aún?

En absoluto. Dicen que Venezuela es una dictadura, que no hay libertad de expresión. Aquí hubo abiertamente llamados a los militares a dar un golpe de Estado. Yo me pregunto si eso ocurriera en Chile, en Argentina o en Brasil no me quiero imaginar las consecuencias. El Ministerio Público tiene abierta una averiguación, el Poder Judicial es parte de esa investigación, pero en Venezuela hay cinco poderes, y nosotros como ciudadanos siempre esperamos que se imponga la justicia, pero como gobierno no nos corresponde, ni al Ejecutivo Nacional, ni al Presidente Nicolás Maduro, mandar a detener a nadie, eso les corresponde a otros poderes públicos.

¿Que Guaidó esté en libertad no es por temor a una intervención militar de Estados Unidos?

A nosotros no hay nada desde Estados Unidos que pueda intimidarnos o hacernos cambiar una decisión. Nosotros no consideramos ese tipo de amenazas a la hora de tomar una decisión, yo sé que los demás poderes públicos, el Poder Judicial mucho menos lo hacen, así que esa es una hipótesis sin ningún sustento.

¿Qué salida ve a la crisis en Venezuela?

La única salida en democracia es el diálogo, no hay otra. De manera que una vez más apelo a la sensatez. Que el Grupo de Contacto, incluso el Grupo de Lima si desea sumarse, el Mecanismo de Montevideo, presionen a la oposición para que se imponga la sensatez. Nosotros ya estamos sentados, esperamos que ellos también se sienten a la mesa de diálogo y partamos por reconocernos. Nosotros los reconocemos a ellos como oposición, ellos, en cambio, nunca han reconocido la fortaleza del chavismo. Esperamos que nos reconozcan, que apoyen el levantamiento del bloqueo y abramos espacios de participación popular, dentro de la Constitución, para realizar las elecciones que acordemos, y adelantar las elecciones de la Asamblea Nacional. Podemos trabajar cualquier otro tema en conjunto, tenemos una Asamblea Nacional en desacato a la Constitución, que podríamos reactivar, pero todo va a depender de la voluntad de diálogo de la oposición venezolana. Nosotros no tenemos otro plan que no sea el diálogo, el respeto a la Constitución y a la soberanía venezolana.