El activo rol de Sergio Muñoz defendiendo esta semana a los supremos de la Sala Penal que son blanco de una acusación constitucional tiene un damnificado: el actual presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito.

La autoridad se tomó vacaciones a Europa en medio del enfrentamiento con el Congreso, luego de que diputados de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio iniciaran un juicio político para sacar a Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y Manuel Valderrama por fallos de libertad condicional en casos de DD.HH.

La ausencia de Brito en una instancia inédita que enfrenta al Poder Legislativo con el Judicial ha generado malestar en los supremos, que destacan el rol de Muñoz como presidente (S). "Habría sido bueno enfrentar esta dura situación con el presidente titular, pero me parece excelente el reemplazo", dijo un ministro en un pleno realizado el lunes 20, a lo que varios asintieron con la cabeza.