El lunes 19, a las 15.30 horas, el empresario colchagüino Carlos Cardoen será recibido por la Comisión de Derechos Humanos del Senado, que preside Adriana Muñoz ( PPD), en un nuevo intento del exfabricante de armas por conseguir el apoyo del Estado de Chile en sus esfuerzos para lograr que Estados Unidos saque su nombre de la lista roja de Interpol, medida que le impide hace 25 años salir del país.
En mayo de 1993, el gobierno de EE.UU., a través del Departamento de Comercio y el Servicio de Aduanas, presentó una denuncia en contra de Cardoen por exportación ilegal de circonio, un mineral estratégico utilizado en la fabricación de bombas de racimo, el que fue vendido a Irak.
Desde entonces, EE.UU. mantiene vigente una solicitud a Interpol para mantener a Cardoen en la lista roja de personas que deben ser ubicadas con fines de extradición. Sin embargo, pese a que el paradero de Cardoen en Chile es conocido, en 25 años EE.UU. no ha querido iniciar un juicio de extradición para resolver este caso, ni ha tomado su declaración, negándose en todos esos años a levantar la medida.
La situación de Cardoen está en el primer lugar de la tabla de los temas que serán tratados por la Comisión de DD.HH. del Congreso.
No es la primera vez que Cardoen recurre al Parlamento. En julio de 1997 y marzo de 2005, el Senado votó a favor proyectos de acuerdos para exigir a la Cancillería realizar gestiones diplomáticas respecto de su situación.
Desde 1995, la Cancillería ha enviado siete notas diplomáticas al gobierno de EE.UU. Ninguna de esas notas ha sido respondida hasta la fecha.
A lo menos en una ocasión, el expresidente Ricardo Lagos expuso el caso de Cardoen ante el Presidente Clinton, sin éxito. Lo mismo pasó con las gestiones realizadas por Cancillería durante los gobiernos de Piñera 1 y el segundo mandato de Bachelet.