Soy muy leal, incluso en la deslealtad. Cuando hablo, son cosas que me parecen relevantes. Y no he dicho nada sobre una serie de cosas que pasaron durante el año pasado respecto del Frente Amplio, ya que plantearlas públicamente no tiene sentido. Hubo momentos en que había un ostensible interés de sacarme del juego. Que no fuera candidato a nada. La pregunta que planteo es por qué a nuestro sector no le interesa que personas de mi perfil estén en el Frente amplio. Declararon persona non grata a Gabriel Salazar y nunca le dieron espacio a Fernando Atria. Es curioso.

Soy nerd de proporciones bíblicas. Para empezar, cuando chico no hablaba con nadie y si lo hacía era por algo muy extravagante. No me parecía que la conversación social fuera muy relevante. Siempre he sido así. Una vez me invitaron a una fiesta y recién me había comprado 2666, de Roberto Bolaño, y me lo llevé para allá. Le dije al dueño de casa que tenía sueño y si me podía prestar su pieza. Estuve leyendo hasta las 3 de la mañana, volví a mi casa y seguí leyendo. Lo terminé ese fin de semana. Siempre lo digo, prefiero leer un buen libro antes que salir a carretear. Mi biblioteca tiene 1.600 ejemplares.

A mi papá siempre le digo que la historia lo ha ascendido. Siempre dicen que era parte del núcleo duro del gobierno militar, pero la verdad es que mi papá, Manfredo Mayol, era más cercano a Jaime Guzmán y vio solo una vez a Augusto Pinochet. De hecho, mi vecino era del FPMR y se llevaba bastante bien con mi familia. También recuerdo que iba a la oficina de mi padre y me ponía a revisar su biblioteca. Él intentaba que me llevara libros fachos a la casa. Es curioso, tenía un respeto por la cultura poco habitual en la derecha fanática. Ahora, cuando nos juntamos, conversamos y discutimos de política, pero siempre de manera civilizada.

Mi mamá era de izquierda y votó por el No. Era ella mucho más pragmática, era la típica mujer que siempre lograba tener ahorros en una época donde la plata no existía. Si hago la cuenta, en mi familia hay más gente de izquierda. Somos una familia de tradición republicana.

Quedé con muchas deudas tras la campaña presidencial. En la primaria no te devuelven la plata por los votos. Era el candidato más pobre de todos. Aún le debo a gente que me prestó plata para ayudar. Había un mito que decía que yo era capaz de decir cosas terribles de las empresas y la política porque era millonario. Y están totalmente equivocados. Durante esa época se me echó a perder el auto y aún no lo puedo arreglar.

He pasado malos ratos en Vitacura. Una vez estaba en un estacionamiento con mi familia y una persona pasó por el lado y me dijo: "Claro, se la pasan criticando el lucro, pero miren qué está haciendo acá". A mí me dio lo mismo, pero mi señora lo siguió para discutir acaloradamente. Soy un tipo tranquilo. Nunca me he agarrado a combos, los nerds no hacemos eso.

No tengo cuidados especiales con mi pelo. Antes me hacía la raya hacia la izquierda, pero tenía un remolino y me quedaba todo desordenado. Una amiga me vio, me levantó el pelo y me dijo: "Alberto, tienes la frente supergrande". Me di cuenta de que si me peinaba para el otro lado me iba a quedar mejor. Siempre me había gustado el pelo largo, pero nunca lo había experimentado. Nunca me preocupé demasiado.

Voy a estrenar una ópera durante este año. Según tengo entendido, es el primer estreno nacional de temporada en el Teatro Municipal desde 1942. Es un una gran innovación y una apuesta bien importante. Esto nace de un amigo que me vio y me pidió hacer un libreto basado en personajes de Hernán Rivera Letelier.