Le tengo un gran cariño y respeto a Bolivia. Estuve trabajando un año en Putre y conocí mucho de la cultura aimara. Al principio no fue fácil, porque son muy desconfiados. Me acerqué mucho a su cosmovisión. Para los feriados viajaba a La Paz para encontrarme con ese mundo más étnico. Lamentablemente, no tengo ninguna simpatía por Evo Morales.

Estuve en una reunión y Sergio Jadue nos juró por sus hijos que no había robado plata. Fue en marzo del 2015, la Fifa estaba empezando a investigar y yo estaba representando como vicepresidente a San Marcos de Arica en el Consejo de Presidentes. De pronto, Jadue se para, pidió que nadie estuviera grabando y dijo que quería hacer una confesión. Nos juró por sus hijos que nunca había robado un peso. Incluso, sacó su billetera para que viéramos las fotos de ellos. A la semana siguiente se escapó a Estados Unido sin dar explicaciones.

Tenía entradas para ir a la final del Mundial. En marzo hice las gestiones para ir a la final. Tenía las entradas listas cuando Sebastián Piñera me llamó para ser parte del gobierno. Devolví las entradas. Este partido que nos jugamos es mucho más importante.

Jaime Guzmán fue un actor importante para la vuelta a la democracia de este país. La demonización de su figura es parte de una caricatura y eso significa hacerse cómplice de la injusticia que ha habido en su caso. Me sorprende lo poco que conocen sobre su participación en esa época. Hay que recordar que Manuel Contreras se querelló en contra de Jaime Guzmán, mi tío no era bien mirado por varios sectores del gobierno militar, que no querían volver a la democracia.

Me sentaría a tomar un café con Guillermo Teillier. Sueño con ver a un Chile reconciliado. Todos somos hijos de esta tierra, no tendría problemas.

La película sobre Jaime Guzmán fue una justificación autobiográfica de su director, que es mi primo. Fui al estreno y encontré que no había rasgos reales de mi tío presentes en la película. Sentí que hablaba más de la vida de mi primo, Juan Ignacio Santacruz, que del verdadero Jaime Guzmán.

Tengo una banda de rock que se llama Los Insufribles. Estoy tocando la batería, una aspiración que tenía desde hace mucho tiempo. Hacemos algunos covers medio creativos de ciertas canciones. Tocamos temas de The Strokes, Charly García y Soda Stereo. Incluso, hicimos un remake notable de Mi Prisionera, de Zalo Reyes.

Me encantaría bucear hasta la Esmeralda con Sebastián Piñera. El buceo es un hobbie que ambos compartimos. Siempre he tenido la idea de bucear hasta el lugar donde está hundida la Esmeralda. Si el Presidente se anima, estaría encantado de seguirlo.

A ratos me encuentro cuico, pero trato de que se me pase. Tengo pocas características de una persona cuica. Me identifico mucho más con el chileno común y corriente, más que con las personas que han gozado de ciertos beneficios. Ellos no me identifican.

Me molesta que se asocie al feminismo con un solo sector político. El machismo es un problema de todos, en la izquierda y en la derecha. Los chilenos estamos en deuda con las mujeres. Debemos hacer ese examen y luego pasar a la acción.

En cierto sentido, la UDI se ha convertido en una antítesis de lo que fue. Eso es un riesgo para todos los partidos grandes. En la UDI nos ha faltado compasión con los otros. No creo en la política de Instagram ni de 'memes', creo en la política de terreno. Y ahí nuestro partido debe volver a sus orígenes.