No me duele mucho que Chile no vaya al Mundial. Lo lamento por ustedes, pero nos ganaron dos Copa América, así que es una especie de revancha.
El stand up es el rock de nuestra época. Antes el rock era sinónimo de rebelión y de mostrarle el dedo a la autoridad. Ese tipo de actitud ha pasado al mundo del stand up y eso me gusta. Hay mucho cuestionamiento al poder. Creamos el stand up ilustrado con Alberto Montt, porque ambos compartimos el mismo humor. Es una fiesta a la que la gente le gusta ir y a otras les da pánico.
De chiquito era fanático de Bill Cosby. Ahora es un violador serial de mujeres, pero en ese momento parecía un señor más simpático. A partir de ahí siempre busqué referentes de humor, como Robin Williams o Lenny Bruce. Varios de mis dibujos tienen referencias del cine de Wes Anderson y de Federico Fellini. Es mi forma de agradecerles.
Ahora hay una especie de hipersensibilidad que me incomoda. Se supone que el feminismo, que me parece un movimiento increíble y al que apoyo, debería volver más fuerte a la gente. Para mí, el empoderamiento es decir: a mí no me rompan las bolas, voy a hacer mi vida como yo quiero. Las denuncias por microagresiones son lo opuesto a eso.
Los millennials deben entender que son una generación con un montón de discusiones resueltas. Me gusta que sean un grupo que quiere pensar bien y ese esfuerzo porque las personas tengan más derechos, pero no se crean que son dueños de la verdad. Hay un montón de cosas en las que hubo otras generaciones que trataron de cambiar las cosas. Ya les va a pasar a ellos que van a envejecer.
En la música buscaba lo que fuera más original y raro. En mi época, todo el mundo escuchaba a The Police y U2, pero yo tenía que encontrar algo que fuera más peligroso. Me gustaba The Velvet Underground. Cuando te sientes medio raro, la música es tu herramienta para separarte de tus viejos. En vez de ir a drogarme por ahí, escuchaba canciones que parecían como que te drogaban. Era mi manera de rebelarme.
de revancha"
Todos los políticos argentinos me tienen los huevos llenos. Mauricio Macri lleva tres años gobernando y culpa al gobierno anterior. Durante sus 12 años de gobierno, los Kirchner culparon a De la Rúa. Y así con todos los presidentes que hubo en Argentina. Me han pedido hacer dibujos para campañas políticas, pero siempre me he negado. Que se dejen de culpar al resto y que traten de hacer algo bien. Yo no les creo más.
Hice un dibujo de Enriquetta para Ni Una Menos y fue la experiencia más rara de mi carrera. Una periodista me pidió hacer un dibujo para llamar a las mujeres a marchar. Lo hice y jamás pensé que sería una especie de ícono de la lucha feminista en Argentina. Pero no me pone contento. Me han pasado cosas angustiantes. Un conocido mató a una mujer y la foto de ella era con mi dibujo diciendo Ni Una Menos. Cada vez que veo esa imagen me hace pensar que el problema sigue existiendo.
El peor guitarrista de la peor banda tiene más éxito con las mujeres que un dibujante. Eso lo aprendí con mi amistad con Kevin Johansen. Si hay un adolescente pensando en impresionar a una chica con un dibujo, le aconsejo que mejor empiece a aprender guitarra. Nosotros no tenemos mucho éxito.
Mi trabajo es muy solitario. Empecé a dibujar en el colegio, cuando todos mis compañeros iban a jugar fútbol en el recreo. Era muy malo, así que me quedaba con tres o cuatro inútiles más dibujando cuentos de terror. Todos los dibujantes somos muy tímidos al principio. Si a los 20 me hubieses dicho que me iba a parar en un escenario nunca lo hubiese creído.