Manifiesto de Maite Orsini, diputada RD: "Hay un sector conservador y machista que no le importa mi trabajo y solo busca asociarme con un hombre"
En el colegio me molestaban. Me hacían bromas, pero no era en mala. Los de media siempre me pedían que les autografiara la pelota de fútbol. En ese momento actuaba en Los Venegas y estaba en un programa del 13 Cable, no era tan famosa como para sentir la sobreexposición. No tengo malos recuerdos de eso.
Siempre quise ser bombero. Cuando niña contaba los años que me quedaban para postular como voluntaria. Estuve activa hasta los 21 años. Me tocó estar muchas veces en terreno. Me marcaron dos eventos: cuando fui brigadier en el incendio del Centro Cultural Gabriela Mistral y cuando fui rescatista en un accidente muy fuerte que hubo en la costanera.
Estoy pegada con el ukelele. Llevo un año practicando. Suena bonito y es más fácil que la guitarra. A veces lo llevo a Valparaíso o a la casa de mis amigas. Desde chica la música fue una parte importante de mi vida.
Como scout aprendí el trabajo colectivo y la tolerancia. Estuve prácticamente toda la vida participando. Parte importante de mi personalidad se la debo a esa experiencia. Mis mejores amigas del colegio eran mis compañeras de scouts.
Nunca pensé que iba a ser diputada. No entré a hacer política por ambiciones personales. Estuve varios años trabajando por posicionar a Revolución Democrática en Huechuraba. Resultó natural la responsabilidad de asumir este cargo. Estoy feliz de haberlo hecho.
Es difícil ser mujer y política. En el trabajo parlamentario siempre tenemos que validarnos, derribar prejuicios y hacernos escuchar. Lidiamos con una doble jornada: congreso y casa. A pesar de eso, es bonito ver que nos organizamos para que esto cambie y que el día de mañana no haya diferencias en la carga de trabajo que tenemos respecto de los hombres.
Siempre fui feminista. De chica me tocó irrumpir en espacios masculinizados: el fútbol, bomberos, ahora en política. Siempre encontré aburridísimo que existieran espacios solo para hombres y mujeres. No me acuerdo de un hito en particular de mi despertar feminista. No me reconocí feminista hasta los 21 años.
En redes sociales recibo muchas críticas de hombres. Hay un sector conservador y machista que no le importa mi trabajo y solo busca asociarme con un hombre. Me parece de una pequeñez tremenda y lo veo mucho en las redes sociales, pero recibo mucha sororidad de mujeres.
Me pesan las cosas por ser mujer. No creo que me juegue una buena o una mala pasada mi cuerpo. No creo que sea algo relevante en mi trabajo. Tampoco es algo de lo que me preocupe mucho.
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