Manifiesto Presidencial de Beatriz Sánchez: “En el periodismo hice todo lo que quería hacer”

Manifiesto Presidencial 2017 - Beatriz Sánchez

"Creo que la política es con llorar. Cuando partí en esto hice un compromiso para no cambiar mi esencia y no acostumbrarme a cosas que no me parecían. Me han dicho que en política hay que tener el cuero duro, pero no estoy de acuerdo".


Creo que la política es con llorar. Cuando partí en esto hice un compromiso para no cambiar mi esencia y no acostumbrarme a cosas que no me parecían. Soy una persona súper emotiva, buena para dar besos y contener a las personas cuando lo necesitan. Me han dicho que en política hay que tener el cuero duro, pero no estoy de acuerdo. Me emociono fácil y no quiero ocultarlo. Hacer el tránsito entre la periodista y la candidata ha sido lo más duro de esta campaña. Fue extraño estar sometida a la evaluación pública. Todo ha sido más intenso que lo que esperaba.

En televisión me recomendaron usar el pelo largo para ser más femenina. El pelo corto es un manifiesto político, siempre lo he usado así y no quiero cambiar. Cuando llegué a ese mundo había gente que se preocupaba por lo que proyectaba y por cómo me vestía. A mí me parecía una expresión extraña. ¿Qué significaba ser femenina? ¿Era ser deseable? ¿Quién mide eso? Esa es una preocupación que no existe en los periodistas hombres. Me di cuenta de eso mucho más tarde.

Soy futbolera, pero en su justa medida. En mi casa se respira fútbol todo el día. Mi marido es periodista deportivo y mis hijos lo acompañan en ese fanatismo. Yo soy hincha de la Universidad de Chile. Antes, lo que hacíamos el fin de semana se definía según los horarios de los partidos de fútbol. Era agotador.

No me gusta cocinar. Mi marido, en cambio, lo hace muy bien. Cuando nos juntamos con nuestros amigos, soy la encargada de preparar el picadillo. Estoy orgullosa de compartir roles con Aravena. Cuando yo trabajaba en la radio por la mañana, él se hacía cargo de nuestros hijos. Ahora que estoy en campaña, también los está acompañando. Esa dinámica nos resulta fácil, porque es muy cercano a los niños. Yo, en cambio, soy más dura y directa para decir las cosas. Ojalá en Chile avancemos para terminar con los roles establecidos entre hombre y mujer.

Un candidato no tiene por qué saber todas las cifras. Cuando fui a Tolerancia Cero me acordé que antes uno se aprendía todos los números de teléfono de sus amigos. Y ahora está todo en el celular. Hoy no necesitas saber todos esos números que se pueden encontrar en cualquier parte. Ese tipo de programas están desconectados con las cosas que le importan a la ciudadanía. Me dio la impresión de estar rindiendo un examen para saber si estaba apta o no según los números que manejaba. Y eso pasa cuando las ideas no se pueden rebatir.

Me gustaría seguir en política. Me da la impresión de que estoy haciendo cosas parecidas a lo que hacía como periodista. Antes estaba preocupada de ciertos temas y ahora sigo ligada a lo mismo, pero en otra función. En el periodismo hice todo lo que quería hacer, estoy orgullosa de la carrera que tuve. Ahora es otra etapa y estoy viviendo cosas que nunca había imaginado. No cierro las puertas a lo que viene.

Giorgio Jackson es un poco nerd, mientras que Gabriel Boric es más rebelde. Fácilmente podrían competir entre ellos y ser rivales, pero han conectado muy bien, son amigos y prefieren esa sinergia. A Giorgio le encanta la tecnología, es práctico y tiene cabeza de ingeniero. En cambio, Boric tiene una intensidad distinta. No tengo un favorito, a los dos los quiero mucho.

Mis hijos son súper distintos a mí. Una vez me preguntaron y les reconocí que esta época es mucho mejor que la que vivimos cuando yo era niña. Ellos tienen acceso a mucha información que jamás tuve. Tienen más herramientas para discutir cosas. Tengo tres millennials en la casa y me gusta harto. Contrario a lo que se suele decir, noto que es una generación muy involucrada en distintas causas.

Lo que más me gusta es bailar flamenco. Soy buena para bailar, pero me fui especializando en ese ritmo. Incluso, pensé en estudiar Licenciatura en Danza. Es un hobbie que tengo botado, pero que espero retomar. Es algo que no se olvida.

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