La política es clasista. Me han tratado de picante, pero eso a mí no me humilla. Para algunos, no tengo el pedigrí, porque no tengo el roce, pero he demostrado que puedo hacer la pega. El militante de RN se siente identificado conmigo. Les gusta tener como presidente a un tipo de clase media.
Estoy orgulloso de haber sido carabinero. A veces hablan de mí y dicen 'bueno, pero si este señor fue paco', como si eso me ofendiera. Renuncié porque no me dieron permiso para casarme. Si siguiera siendo carabinero sería coronel o general y sería un paco feliz.
El dolor más grande de mi vida ha sido la pérdida de mi hermano menor. Él falleció en un accidente aéreo el 2010. También fue doloroso cuando perdí a mi compañero carabinero. Lo asesinó el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Cuando estoy nervioso me dan ganas de comer. Fui flaco hasta los 28. Desde ahí he tenido una lucha constante con el sobrepeso. Mi peak fue cuando era subsecretario de Investigaciones y llegué a pesar 105 kilos, cuando mido 1,77 m. Hoy peso 97 kilos y estoy con una doctora que me ayuda antes de que mi señora me obligue a operarme.
Con la Carola llevo 17 años casados y estuvimos 11 años en la lucha por tener un hijo. Perdimos a siete a los cuatro meses de embarazo. Nos hicimos fertilizaciones asistidas, dos tratamientos in vitro, todo con mucho dolor cada vez que lo intentábamos, pero perseveramos hasta que logramos tener a la Florencia.
Fui abuelo y padre a la vez. Pasó que mi hijo fue papá a los 16 años y en esa misma época yo buscaba ser padre. Fue raro. Mi hija es menor que mi nieta. Estoy lleno de extremos. Mi hija mayor tiene 28 años, mi hija menor tiene cinco.
En la adopción no me importa la opción sexual. Los abusadores sexuales, la mayoría, son heterosexuales. Como presido RN, hay un compromiso de que no me meta en el matrimonio homosexual, pero mi convicción es por la libertad. Tengo amigos gays y lesbianas, los quiero mucho. A mí me interesa que los niños estén con alguien que los quiera.
Soy partidario de la legalización de la marihuana. Aunque nunca la he probado, ni tampoco he fumado cigarrillos. Eso sí, tomo harto, me encantan el vino, el ron. En mi juventud tomaba piscola, pero soy muy controlado. Me he curado dos veces en la vida.
Nunca me he planteado ser Presidente de Chile. Mi sueño es ser alcalde de una comuna popular, como Cerro Navia o La Cisterna. Me encantaría terminar mi carrera política así.
Soy feminista. Mis mejores jefas han sido mujeres y son de las que más he aprendido. Hay que luchar por la igualdad de derechos, terminar con las discriminaciones.
Hace tres meses estoy nuevamente activo en la masonería. Para mí es una forma de tener un cable a tierra; también retomé conversaciones con curas amigos. Es fundamental tener vías de escape, oír críticas constructivas y escuchar buenos consejos.