El viernes 12 de julio, el exsubsecretario de Pesca Eduardo Riquelme llegó hasta las dependencias del Servicio Electoral (Servel).
Ese día presentó formalmente una carta que contenía su renuncia a casi 30 años de militancia en Renovación Nacional, partido del cual llegó a ser vicepresidente.
Tres días antes, el martes 9, Riquelme había renunciado a su cargo como subsecretario de Pesca para dedicarse a la vida académica.
Una de las alternativas del ahora exsubsecretario para continuar su carrera política era asumir la secretaría general de RN, en reemplazo de Felipe Cisternas, quien ha sido blanco de críticas de dirigentes por su gestión en el cargo.
La eventual llegada de Riquelme a la mesa que lidera Mario Desbordes buscaba potenciar a la directiva con miras a las futuras negociaciones en Chile Vamos en los comicios de gobernadores regionales y municipales de 2020.
Pero el plan terminó por desdibujarse por las diferencias entre el timonel de RN y el ahora exsubsecretario. Las discrepancias fueron tan fuertes, que quedaron estampadas en la carta-renuncia de Riquelme, quien adujo "diferencias irreconciliables" con el diputado y gatilló su renuncia a la colectividad.
La versión desde la directiva de RN tiene un matiz: sostienen que si bien evaluó la llegada de Riquelme a la secretaría general, se descartó rápidamente.