Cerveza con arándanos
<br>
Esta nueva Heidelbeere de Kunstmann genera a priori cierta desconfianza. Y aunque esto de agregar sabores frutales no es nuevo en el mundo de las cervezas -el mejor ejemplo son las kriek, ácidas lambic belgas balanceadas con guindas-, imaginarse un batallón de arándanos en una cerveza chilena resulta ligeramente perturbador. A pesar de todo, este nuevo ejemplar que lanza la cervecería valdiviana cumple lo que promete: de un color ambarino oscuro y con una espuma leve y poco estable, huele a jugo de arándanos y entrega una boca maltosa, frutal, ligeramente bitter, que luego persiste en el paladar como un rico perfume de frutos negros. No es muy dulce, por lo que no empalaga e igualmente refresca, pero con una es suficiente.
A la venta en supermercados a $ 1.070.
Un turrón supremo
No es exagerado toparse de frente con este cofre de madera, que más parece un tesoro perdido, y creer en su sello, que reza: "Calidad suprema". Nada de superior o premium. ¡Suprema! Y es que el adjetivo es preciso y justo: la miel de romero silvestre, junto con las almendras de Marcona, la clara de huevo y las finas obleas se unen y traman un complot calórico, exquisito e irrenunciable. El turrón de Alicante que hace Pablo Garrigós, de tradición turronera familiar, viene en esta caja dividido en dos tortas, compactas, con almendras enteras y exquisitas, de tostado perfecto y de turgencia sublime. Prepárense para el mejor ¡crack! de sus vidas.
A la venta exclusivamente en tiendas Varsovienne a $ 11.000 los 300 gramos.
La cazuela del nuevo Peyo
Nueva casa, pero las mismas recetas. Aunque el local de Don Peyo de Lo Encalada -en Ñuñoa- sigue intacto, el de Manuel Montt fue reemplazado por éste, el más nuevo de todos, ubicado exactamente donde antes funcionó el Muñeca Brava de Bellavista. La renovación física se la han tomado con calma, pues aún existen numerosos guiños cinéfilos del espacio heredado, pero la cocina del Peyo, por supuesto, ha cambiado notoriamente lo que antes se cocinaba entre estas cuatro murallas. Aquí se habla de cocina chilena, e incluso suena de fondo una interesante parrilla local contemporánea, que va desde Gepe hasta Francisca Valenzuela, pasando por Fernando Milagros y Teleradio Donoso. Desde la cocina desfilan las clásicas sopaipillas -para hundir en su generoso y suave pebre-; una liviana y fresca Ensalada de quínoa ($ 3.800), un timbal con trozos de tomates y palta, coronado con tres camarones y grandes gajos de tomates asados; y lo mejor: la clásica Cazuela de vacuno ($ 4.100), una verdadera obra maestra: de caldo limpio y extremadamente sabroso, con grandes julianas de pimentón, papa inmaculada, porotos verdes tímidos, arroz justo, choclo amarillo de spot y trozos de plateada que se deshebran al mínimo contacto. ¿Chile dentro de una greda? Sí. En la del país ideal.
Don Peyo. Mallinkrodt 170, Bellavista.
Lo Último
Lo más leído
2.
3.
4.
¿Vas a seguir leyendo a medias?
Todo el contenido, sin restriccionesNUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mes SUSCRÍBETE