El Blog del Narco
En medio de la explosión de la narcoviolencia en México, en 2010 apareció El Blog del Narco, una polémica web sobre los crímenes de los carteles, con imágenes y videos brutales, y que el mes pasado publicó su libro <i>Morir por la verdad</i>. Aquí, su autora anónima se defiende ante la controversia.
Del otro lado de la línea le dijeron que había pasado de nuevo. La víctima, esta vez, era Luis Carlos Santiago, un fotógrafo de 21 años que estaba haciendo la práctica en el periódico. Unos sicarios lo habían asesinado a balazos a la entrada de un mall. Pedro Torres, subdirector editorial de El Diario de Ciudad Juárez, cortó el teléfono y decidió volver de inmediato de Texas a México.
En ese momento, septiembre de 2010, la guerra entre los carteles de Sinaloa y de Juárez podía cobrar tres decenas de víctimas en un día. En el diario habían empezado a protegerse dos años antes, cuando el reportero Armando Rodríguez fue acribillado en la puerta de su casa. Habían dejado de firmar las notas, y a veces también de publicar.
La muerte de Rodríguez había quedado sin investigar. No era el primer periodista asesinado desde que el entonces presidente Felipe Calderón iniciara la guerra contra el narcotráfico, y Santiago, el practicante, no sería el último. Por eso, los directivos del periódico decidieron publicar un editorial directamente dirigido a los narcos. Titulado “¿Qué quieren de nosotros?”, el texto dio la vuelta al mundo. “Queremos que nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos”, decía. “Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad”.
“Fue un acto de desesperación”, dice Torres, al teléfono desde Ciudad Juárez. “Queríamos provocar la reacción de las autoridades”. Lo que lograron fue dar cuenta de un fenómeno que se ha expandido en el norte de México: los diarios renuncian a seguir informando sobre el conflicto. Según cifras de la organización Artículo 19, desde el 2000, 73 periodistas han sido asesinados y otros 16 desaparecidos, y se han registrado 43 ataques contra medios, incluyendo tiroteos y granadas. Diarios como El Mañana de Nuevo Laredo y Zócalo han renunciado abiertamente a informar. Otros han pedido ayuda en sus editoriales.
En medio de esas dificultades para informar en el norte del país, y unos meses antes del famoso editorial de El Diario, un sitio llamado El Blog del Narco apareció en la web con la promesa de romper las “zonas de silencio” del narcotráfico. Lo que buscaba, decía, era entregar al público toda la verdad sobre los narcos. Lo que los medios ya no podían mostrar.
Ese sitio hoy tiene 25 millones de visitas cada mes. Y muchos detractores.
La voz del horror
-Se escuchó algo raro… voy a tener que colgar - dice la voz, de pronto asustada, y desaparece.
A los diez minutos vuelve a conectarse a Skype. Detrás de un filtro de distorsión -la condición para dar la entrevista- se oye a una mujer veinteañera. Dice que su apodo es “Lucy”, que vive en el norte de México, y que su trabajo la obliga a cambiarse de ubicación constantemente, para no ser detectada. Es la creadora de El Blog del Narco, el portal de contenidos sobre narcotráfico que en 2010 inició el fenómeno de los narcoblogs, y que hoy es una de las páginas más visitadas del país. El mes pasado lanzó en EE.UU. su primer libro: Morir por la verdad, el cual ha levantado polémica en México por lo brutalmente explícito de su contenido.
El libro es un recorrido por la peor galería del horror narco, y una crónica de la descomposición de un país. Abundan las fotografías de cuerpos desmembrados, de cabezas de cadáveres puestas como trofeo en lugares públicos, y primeros planos de masacres colectivas, mientras se narra cómo en México todo se fue desquiciando. El volumen compila todo el primer año de las publicaciones del blog -escritas en base a colaboraciones anónimas-, periodo en que, según la autora, el gobierno sacó a los militares a las calles, desatando una guerra que ya lleva 70 mil víctimas.
"Esperamos estar vivos para llegar a sostener este libro en nuestras manos", dice la narradora, para luego dar inicio a un inventario in crescendo de violencia. Todo en medio de mensajes entre carteles y capturas en video de ejecuciones enviadas por los narcos, una de las cosas más criticadas del blog.
El blog, dice “Lucy”, nació de esta historia: ella era una joven periodista que acababa de ingresar a una cadena televisiva, cuando comenzó a sufrir la censura de sus editores en las noticias que involucraban a carteles. Luego, dice, vio dinero narco llegando a las redacciones. “Nos indignamos. Dijimos: ´hay que hacer algo`”.
Ese algo fue, dice, crear junto a un amigo informático -el otro miembro del equipo- un sitio en donde cualquier persona pudiera compartir de forma anónima y segura lo que sucedía en su localidad. Cuando el sitio comenzó a llenarse de denuncias contra los narcos, y éstos comenzaron a enviar los videos de sus ejecuciones, las amenazas no tardaron en llegar.
El relato de “Lucy” de su vida clandestina incluye alejarse de su familia, subsistir de forma precaria y vivir con constante miedo a ser descubierta. También dice haberse hecho vegetariana por la constante exposición a cadáveres, y no haber dormido durante meses. Pero dice que lo que la mantuvo convencida fueron los mensajes de agradecimiento de los lectores. Según ella, con la exposición de los cadáveres mutilados logró dos cosas: desincentivar a los jóvenes a formar parte de los carteles, y permitir a las familias de sicarios saber que su familiar había sido asesinado.
El momento más duro lo vivió en diciembre, mientras culminaba el libro. El hallazgo de dos cadáveres colgando en Tamaulipas, a quienes “Lucy” reconoce como colaboradores, con mensajes contra El Blog del Narco, fue el inicio de una serie de amenazas que siguió con la aparición de otros cadáveres. “Primero nos enviaron videos donde los tenían, y luego de cuando los estaban matando”, cuenta “Lucy”. “No es posible después de eso callarnos”.
Los cuerpos decían: “Ustedes siguen BDN”.
Sangre de mexicanos
La polémica respecto a El Blog del Narco y sus sucedáneos ha motivado todo un debate. Mientras sigue aumentando su público, la crítica más extendida contra el blog es haberse transformado en una plataforma de los narcos para intimidar a la población o para exhibir los brutales asesinatos de sus adversarios. “Hay una sed no saciada por conocer no sólo lo que está pasando en el país, sino al menos aproximarnos a lo que pueda ser la verdad”, dice el periodista y escritor Wilbert Torre, quien recientemente publicó el libro Narcoleaks, y dice dudar de la veracidad de las informaciones entregadas por la bitácora. “El Blog del Narco es un espacio que de alguna manera se convirtió en un pantano que habitaron todo tipo de especies: narcotraficantes, militares, ex militares, y mucha gente que va a saciar su morbo”.
Raymundo Riva Palacio, creador del portal ejeCentral y ex director de medios como Milenio, El Universal y El Independiente, es duro: “Es un blog de pornografía criminal, no aporta nada de información, contextualización o explicación. Da difusión a ese tipo de violencia, que alimenta a la propia violencia”.
Con la salida del libro, el blog ha recibido graves acusaciones de plagio de otros periodistas, y también ha reflotado el polémico caso en que cuatro reporteros de Milenio y Televisa fueron secuestrados por narcos, para exigir que transmitieran unos videos que había publicado el blog. “Algo que no puedes hacer es poner en el mismo nivel la interlocución con autoridades legalmente establecidas y con grupos delictivos”, dice Juan Carlos Romero, ex miembro de Artículo 19. “Y al presentar una persona mientras le están metiendo un tiro en la cabeza o un cuchillo en la garganta, violas un principio básico ético, que es cuidar la dignidad de las víctimas”.
La autora del blog defiende el rol que juegan. Dice que es la única forma de mostrar al mundo lo que pasa en México. “Este libro es parte de la historia, le guste a cierta gente o no. Es para que futuras generaciones no cometan los errores que cometimos nosotros”, dice. “Puede ser que genere otro tipo de conciencia del asunto, y tal vez del consumo pases a preocuparte por tu vecino México. Cada pase va con un charco de sangre de mexicanos a EE.UU. Esto es real”.
“Si fuera por nosotros, cerraríamos el blog cuando haya paz”, dice más tarde. “Si existiera, haría una página que se llame: `En México pasan cosas bonitas´”.
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