Beatriz Sánchez se tomó su tiempo tras el vértigo que le provocó la campaña. Para la Navidad intentó evitar los centros comerciales y prefirió ir a locales puntuales a comprar regalos para su familia. Estaba algo agobiada con tanta exposición. Necesitaba un respiro.

Se puso como fecha esta semana para volver a la arena pública con fuerza. Antes de eso, leía la contingencia sólo por los diarios. Pero sabía que debía volver, ya que no piensa renegar de su condición de líder del Frente Amplio. Por eso, cuando fue invitada a la mesa nacional del FA la semana pasada, lo primero que hizo fue una pregunta: "¿Por qué están pensando tanto en eso de presidir la Cámara?"

Según cercanos, no entendía muy bien el embrollo que se estaba armando. Su opinión fue escuchada y finalmente el FA decidió bajarse de la competencia. Además, la periodista esta semana tuvo una intensa agenda mediática, pues le interesa marcar sus puntos y ayudar para que el conglomerado no pierda el rumbo.

En febrero, sin embargo, desaparecerá un poco nuevamente: estará entre Santiago y Viña del Mar descansando y dejando también que el FA vaya tomando sus propias decisiones sin su presencia. Pero en marzo volverá con varios proyectos concretos que aún está definiendo para su futuro inmediato.  Y no son pocas las ofertas y opciones que baraja, pero se tomará su tiempo.