El plan que esta semana había impulsado el Segundo Piso de La Moneda, de enfatizar mediáticamente a los beneficiados de la gratuidad en educación se vio interrumpido el lunes por la noticia de la petición del fiscal Luis Toledo de formalizar a Natalia Compagnon por declaraciones de impuestos maliciosamente falsas.
La estrategia del equipo de asesores ante la nueva arista del caso Caval fue tajante: no hacer ninguna declaración que pudiera vincular a la presidenta Bachelet con la formalización de su nuera.
Por eso causaron molestia en el gobierno los dichos del ministro del Interior, Jorge Burgos, quien señaló el miércoles, ante la pregunta de si a la presidenta le afectaba,"es obvio, a mí me pasaría lo mismo, a cualquier persona normal le pasaría lo mismo", y que "ella hace un distingo entre sus dolores personales".
Tampoco sentaron bien las declaraciones del ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, quien el martes señaló a los medios que "acá cada uno responde de sus actos de manera individual", y también en relación a la formalización, que "al gobierno no le complica que los fiscales hagan su trabajo. Eso es también parte del funcionamiento regular y autónomo de la Fiscalía".