Debes leer este cómic: The wicked + the divine. Editado por Image, escrito por Kieron Gillen y dibujado por Jamie McKelvie, su premisa se basa en la idea de que cada ocho décadas, doce dioses —todos provenientes de mitologías diversas— se reencarnan en seres humanos cuya fecha de vencimiento como divinidades apenas durará dos años. Luego de eso, morirán.
Pero ese tema (la obsolescencia de la divinidad como metáfora de la muerte), que otros como Neil Gaiman han tocado de modo más bien literario, en Gillen y McKelvie se convierte en una fábula sobre el estrellato, la fama y los claroscuros del pop contemporáneo.
Así, el cómic describe cómo todos los personajes se queman en medio de viajes psicodélicos, orgías, el asesinato de Lucifer, Twitter, amantes perdidos, magia, demonios que viven en el metro de Londres, periodismo sensacionalista, teletransportación, maquillaje glam, adolescentes fanáticos, satanismo clásico y no tan clásico, una conspiración extraña, haters de las redes sociales, más asesinatos de dioses, citas al viejo Robert Graves, música trance y la sugerencia perturbadora de que Miley Cyrus y Amy Winehouse nunca fueron estrellas pop, sino quizás mesías perdidas en medio de un calvario hecho de luces de colores y estadios repletos.
"The wicked + the divine".