En 2013, la Polla Chilena de Beneficencia demandó a Transbank por incumplimiento, luego de que detectara que desde 2009 sus clientes habían realizado transacciones mediante Webpay, que figuraban como abonadas a la cuenta de los usuarios, accediendo y jugando en la agencia virtual, pero que Transbank en realidad no había cargado en sus tarjetas, y, por lo mismo, no había remitido los fondos a la compañía. Polla acusó no haber recibido $ 74,7 millones por ese hecho, entre 2009 y 2013, y demandó al operador. El 24 de julio el tribunal de primera instancia le dio la razón a este último, señalando que en las operaciones no se habían cumplido todas las etapas como para que se entendieran terminadas. Se trataba sólo de una autorización previa a la que le faltaba la aprobación de Transbank. Polla recurrió a la Corte de Apelaciones y el 17 de agosto el recurso de apelación fue proveído.