Cristián Riquelme se tomó su tiempo para hacer efectiva su renuncia. Este lunes en La Moneda redactó su carta formal de renuncia, que llegó directamente al despacho de la presidenta de la República y aprovechó de despedirse de sus cercanos a eso del mediodía.
Tras recibir el saludo de los funcionarios de Palacio, que en su mayoría hablan de muy buena forma de su cometido tanto profesional como personal, redactó una declaración pública en donde aclara alguno de los puntos que lo tienen en el ojo del Huracán.
En el documento, Riquelme parte aludiendo a su trayectoria como administrador de La Moneda, cargo que ocupó por seis años: "Hoy – tal como lo había decidido– le he presentado mi renuncia a la Presidenta de la República, luego de 6 años de trabajo bajo sus mandatos. Seis años en los que pude encabezar la modernización de esta institución con la implementación, entre otras acciones, de un mejoramiento significativo de las condiciones laborales y salariales de todos los funcionarios y la puesta en marcha de sistemas de control administrativo, financiero y de gestión que permitieron elevar el estándar de la gestión pública".
"Hoy – tal como lo había decidido– le he presentado mi renuncia a la Presidenta de la República, luego de 6 años de trabajo bajo sus mandatos"
A renglón seguido, el militante PPD y miembro de la G90, aclara algo que en Palacio se han encargado de decir con bastante reiteración estas semanas, respecto a que en este gobierno se han disminuido los gastos directos, en comparación a la administración pasada de Sebastián Piñera: "Igualmente, a diferencia de lo que ha aparecido públicamente, se logró reducir las contrataciones directas, desde un 75% en el año 2010 a un 37% en el año 2015, según lo constata el portal Chile-Compra 2010-2015", aclara el funcionario.
Al mismo tiempo, Riquelme deja todo en manos de la Contraloría, criticando lo que considera acusaciones apresuradas en su contra: "Me retiro con la tranquilidad de que en 15 años de desempeño como funcionario en el Estado, realicé mis labores con compromiso y vocación de servicio público, así como con estricto apego a la normativa legal vigente. Por ello comparto que, para la defensa de mi propia honra y prestigio, sea la Contraloría General de República quien, en uso de sus facultades, revise lo que estime conveniente".
Al finalizar su texto, Riquelme alude al mal clima político que observa en el país, aclarando de paso su participación en dos sociedades, donde se realizaron las ventas al Estado por insumos médicos, cuestión que quedó develada la semana pasada en el reportaje de Ciper y que terminó por costarle el puesto:
"El enrarecido clima que se ha ido generando en el país, ha hecho insostenible mi permanencia en el gobierno. Rechazo enérgicamente esta práctica de culpar y sancionar a las personas antes de que se demuestre cualquier responsabilidad sobre sus actos. En lo personal, durante un periodo complejo en lo laboral, constituimos dos sociedades. Esto permitió sostener a mi familia en ese tiempo y, debido a lo difícil que es desarrollar exitosamente los emprendimientos, decidimos continuar con el giro. Posteriormente, cuando asumí por segunda vez como Director Administrativo de la Presidencia, me desligué completamente de la administración de estas sociedades. Con respecto a mi declaración de patrimonio, quisiera manifestar que así como se menciona mis activos, no se ha mencionado que cada uno de estos tiene asociado un crédito bancario", expresó.
Riquelme no hace más alusiones, como por ejemplo a la reunión que sostuvo con el gestor inmobiliario, Juan Diaz, u a otros cabos sueltos que existen en torno, por ejemplo, a su rol como recaudador de fondos de campaña. Tampoco hace mención a la gran cantidad de críticas políticas que se han escuchado en su contra, incluso dentro de su propio partido.
Riquelme se despidió así de la presidenta, con la cual había logrado estrechar una muy buena relación y de sus funcionarios.
Alguno de estos últimos comentaban en privado que a Bachelet le habría costado tomar mucho la decisión de sacarlo de su puesto, pues su gestión era alabada por gran parte del personal que trabaja en La Moneda, pues había logrado hacer avances y por su trato cercano con todo la gente que desempeña funciones en la casa de Gobierno. Ahora todo queda en manos de la Contraloría quien es el único ente que lo investiga por alguna infracción que haya cometido en su actuar como funcionario público.