¿Cómo, después de tantos años juntos, puede existir algo llamado amor?
Eso es lo que Roger Michell, el director tras la más romántica de las comedias románticas, Notting Hill, se pregunta en la inesperada Un fin de semana en París. Sólo que acá no están Julia Roberts ni Hugh Grant, ni los protagonistas son dos jóvenes con toda la vida por delante. Por el contrario, Nick y Meg —interpretados por dos actorazos, Jim Broadbent y Lindsay Duncan— están en edad de jubilar y parecen llevar una vida más que apacible como profesores universitarios en Birmingham, Inglaterra. Para celebrar un nuevo aniversario, deciden pasar un fin de semana en París, tal como lo hicieron hace 30 años.
Si Notting Hill era la esencia de la comedia romántica, Un fin de semana en París va un paso más allá. Michell juega con los clichés del género, partiendo por el mito de París como el más romántico de los destinos. Su cámara, lejos del turismo a lo Woody Allen, se detiene en Montmartre, sí, pero nunca pierde de vista a esta pareja entrañable, sus pequeños grandes momentos, algunas veces lúdicos, que recuerdan a Breakfast at Tiffany's, otro clásico del género.
Un fin de semana en París es una comedia romántica al revés o, si se quiere, una post comedia romántica, porque escarba en lo que pasa después que las pasiones se han calmado y lo que queda es la vida cotidiana, con todas sus luces y sombras, donde las mañas y la rutina van socavando eso que alguna vez llamamos amor. El encuentro de Nick con un exitoso discípulo (Jeff Goldblum) que vive en París, en un departamento glamoroso junto a una esposa mucho más joven, será el momento para que todas las dudas y las culpas de Nick y Meg exploten.
La cinta marca una nueva colaboración de Roger Michell con el escritor Hanif Kureishi (The Mother, Venus), responsable del guión y de una mirada sobre la vejez que se aleja de los estereotipos y que resulta conmovedoramente cercana. Con un final luminoso, Un fin de semana en París es una película delicada, hermosa —navideña incluso—, para volver a creer en el amor. O en algo que se le parece mucho.
"Un fin de semana en París", de Roger Michell.