Primero fue una carta, fechada el 30 de septiembre y enviada a todo el Congreso, en donde Andrés Ariztía, capellán de la Fundación Las Rosas, expuso los datos a los que se están enfrentando: 267 mil adultos mayores bajo la línea de la pobreza en Chile, ocho enfermedades crónicas recurrentes, y el cierre de diez hogares y 539 camas en los últimos meses.

Esto, a raíz de la decisión de que no se incluyera en el presupuesto de Salud del próximo año el acuerdo, vigente desde 2013, que da a la fundación 10 mil pesos diarios por 436 de los 2.200 ancianos que atiende.

A raíz de la misiva, este miércoles Ariztía fue a exponer al Congreso el daño que les producía, y la necesidad de reincorporarlo a la propuesta de financiamiento que se votará a fines de noviembre. En el proceso, el principal interlocutor de Ariztía con el gobierno ha sido la ex ministra Helia Molina.