A casi una semana de haberse realizado la reunión entre representantes de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y la presidenta Michelle Bachelet, nuevos cuestionamientos surgen a la instancia y, en particular, al rol del Centro de Estudios Públicos (CEP) en el encuentro.
Por medio de una carta en El Mercurio, el ex presidente de la CPC, José Antonio Guzmán, fustigó al Centro que dirige Harald Beyer y planteó que "bien haría el CEP en concentrarse en lo que mejor sabe hacer: los estudios públicos".
"¿Cómo podrían demandar ahora el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y de otros gremios la realización de cambios a la reforma laboral o a la tributaria o al proyecto de reforma constitucional que se anuncia, después de esta reunión?". José Antonio Guzmán.
A su juicio, "no es la primera vez que el CEP intenta suplantar a la dirigencia empresarial para relacionarse con la autoridad. Me ocurrió igual hace 25 años".
Según detalló, la reunión "amenaza con neutralizar la gestión que debe seguir haciendo los dirigentes empresariales para enmendar los lapidarios proyectos que impulsa el gobierno en perjuicio de la actividad empresarial y, por ende, de la confianza para invertir el crecimiento".
"¿Cómo podrían demandar ahora el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y de otros gremios la realización de cambios a la reforma laboral o a la tributaria o al proyecto de reforma constitucional que se anuncia, después de esta reunión?. La presidenta diría 'no me molesten, ya me junté con sus mandantes y ellos no me plantearon nada. Al contrario, salieron alegres luego de escuchar mi proyecto de reemplazo del sistema económico'".
En este sentido, Guzmán recalcó al empresariado que "su aquiescencia o indeferencia con el plan del gobierno sólo confunde y debilita la acción de los dirigentes".
Las otras críticas
En su columna del domingo en El Mercurio, Carlos Peña también habló de la instancia en duros términos, aludiendo a que el empresariado se "prosternó" ante la mandataria.
Roberto Ampuero.
"Por supuesto no tiene nada de malo que un gobierno de centroizquierda, comprometido con la igualdad, se reúna con un grupo de empresarios ricos, incluso si son opositores férreos. (...) El problema es hacerlo consintiendo una puesta en escena que —a estas alturas, después de tanto espesor retórico de sus intelectuales y luego de la férrea oposición que esos empresarios han hecho al gobierno— se asemeja simbólicamente, sonrisas y chistes incluidos, a prosternarse", planteó.
En el mismo medio, Roberto Ampuero aseveró que urge la transparencia en este tipo de citas, "en las que muchos huelen que se tratan temas que conciernen a todos".
Además, acotó que "lo cierto es que Bachelet ganó en toda la línea en su visita al CEP. La impresión que dejó en el país es que bromeó de lo lindo en el Olimpo empresarial, llamó a sus asistentes a no ser estridentes en la crítica, les prometió que los escuchará con atención, y como corolario les advirtió que continuará con el programa de reformas".
Carlos Hunneus junto a Mauricio Morales calificaron de "error político" la reunión, según detalló radio U.Chile.
"Bachelet buscaría recomponer las confianzas con el empresariado, tal como lo hizo Lagos en su gobierno, pero ya es muy tarde para tender puentes". M. Morales
El primero expresó que "a mí me llama tremendamente la atención que la Presidenta no sea ella la que esté gestionando el nombramiento de un contralor, llámese el señor Rajevic u otro, y ella no esté haciendo esas cosas en vez de ir a reunirse al CEP y perder tres o cuatro horas con ellos, y no ganar nada. Yo creo que pierde con el mundo de los trabajadores, pierde con el mundo ilustrado".
Mientras que Morales enfatizó que "Bachelet buscaría recomponer las confianzas con el empresariado, tal como lo hizo Lagos en su gobierno, pero ya es muy tarde para tender puentes".