—No puedo seguir militando en un partido que me provoque tanta rabia, que me decepcione así.

Las palabras del ex fundador y presidente del Partido por la Democracia (PPD), en entrevista con La Tercera, calaron hondo en sus militantes, que hace tiempo venían escuchando y reclamando sobre la poca diversidad interna del partido, la falta de un relato y de una visión de país que los sacudiera de la modorra que, según el mismo Auth han convertido al partido en "propiedad privada" con un controlador principal. Hoy, el diputado oficializó su renuncia ante el Servel y endureció sus dichos, aseverando que en el partido no hay espacio para el debate ni la democracia interna.

Según fuentes del partido, Auth hace meses que venía masticando su decisión, con el fin de arrastrar a otros miembros insignes como los senadores Felipe Harboe y Ricardo Lagos Weber. Su primera idea era organizar una renuncia masiva, debido a que varios le habían comunicado que compartían la idea de que el partido actualmente vive en un régimen totalitario sin espacio para diálogos. Al no prosperar su plan inicial, decidió desmarcarse en solitario.

Esta mañana, el mismo Lagos Weber declaró que no compartía la forma en que comunicó su renuncia, pero sí sus razones.

—En el PPD se ha ido reduciendo el espacio para ir teniendo un debate más amplio. La visión económica del partido de hace 15 años hoy no está presente, ha habido una mirada más amplia, más liberal más socialdemócrata y eso no se ha discutido —declaró el senador esta mañana.

Las críticas tenían un blanco específico: Guido Girardi, al cual Auth acusó de trabajar por evitar la competencia interna dentro del mismo partido. La respuesta del cuestionado senador, que hoy está acusado de haber recibido dinero de parte de empresas farmacéuticas a cambio de trabar la aprobación del proyecto de ley de fármacos, no se hizo esperar:

En la misma línea, el secretario ejecutivo del partido, Óscar Santelices, se declaró sorprendido por las razones de Auth, argumentando que le parecía extraño que renegara de su propia obra. Santelices, incluso, insinuó un cierto oportunismo del diputado al pasarse a la "vereda del frente, cuando hoy es fácil criticar a los partidos".

—La mesa está abierta para los  diputados y senadores todos los fines de semana. La comisión política se reúne cada 15 días, y la verdad que en estos dos años creo que fue una sola vez. Nos enteramos por los diarios de su pensamiento. Nosotros hace muchos años atrás le decíamos el llanero solitario, ahora creo que se puso el antifaz —dijo.

"El PPD no tiene ningún aporte que hacer  a la necesaria innovación de la política"

Para el ex Mapu y militante histórico del partido, José Joaquín Brunner, el PPD no tiene un relato que lo movilice. Así, el ex ministro de la Segegob de Eduardo Frei concuerda con Pepe Auth. Para él, el partido nació para aunar fuerzas de la izquierda progresista, de liberales de centro derecha, sin dogmatismos. Pero hoy se ha vuelto dogmático, una organización de grupos y caudillos sin imaginación para innovar en política. Además, opina sobre la responsabilidad que podría tener la caída de los insignes de la G90, como Rodrigo Peñailillo.

—Su caída puede haber sido importante en términos de imagen, de frustración, del fracaso de una generación que se proclamaba como una potencial fuerza de renovación. Puede ser que en ese plano tenga alguna importancia el efecto de lo ocurrido con ellos. Pero este proceso es más profundo-dice Brunner, quien no renovará su afiliación al PPD.

Sergio Bitar, otro militante histórico, es un poco más optimista respecto del futuro del partido nacido a finales de los 80. Para él la clave está en la convergencia ideológica con las nuevas fuerzas de izquierda.

—Tenemos que ir en la línea de los movimientos que están surgiendo, y especialmente lo que es la expresión de la juventud creando espacios de discusión. Hay que buscar el diálogo con muchos sectores independientes que tiene una visión moderna y más audaz de los cambios, como Revolución Democrática. Hay espacios donde estas conversaciones tienen que abrirse, al igual que nuestra visión de futuro, que hay muy poca. Y no sólo en el PPD —cierra Bitar.