Inocencia interrumpida

Steven Avery fue acusado de violar a una mujer, pero se comprobó que no era culpable y salió libre en 2003. Al año, decidió demandar al estado por US$ 36 millones, encontrándose con un contraataque inesperado: a las pocas semanas es acusado de asesinar y violar a una fotógrafa de 25 años, cuyos huesos son encontrados calcinados en su patio.




Hay un Estados Unidos del que no se habla tanto. Ese que está lejos de las luces de Madison Square Garden y más cerca del Baltimore de The Wire o de la Minneapolis de Jonathan Franzen. Un lugar donde el tiempo pareciera estar congelado. En ese país también pasan cosas. Como, por ejemplo, que a un obrero lo encarcelen por 18 años por un crimen que no cometió.

Eso es lo que le pasó a Steven Avery en Manitowoc, Wisconsin. Avery fue acusado de violar a una mujer, pero se comprobó que no era culpable y salió libre en 2003. Al año, decidió demandar al estado por US$ 36 millones, encontrándose con un contraataque inesperado: a las pocas semanas es acusado de asesinar y violar a una fotógrafa de 25 años, cuyos huesos son encontrados calcinados en su patio. Este es el punto de partida de Making a Murderer, miniserie que tuvo a sus realizadoras, Laura Ricciardi y Moira Demos, siguiendo por diez años al inculpado, intentando demostrar su inocencia y las irregularidades cometidas en la investigación.

El documental ha revolucionado al país: ya van casi 400.000 firmas pidiendo un indulto para Avery. Incluso los fiscales han acusado a las realizadoras de omitir pruebas y, según revelaron ellas la semana pasada, miembros del jurado les han confesado que fueron presionados para condenarlo. Por ahora, Fox News y Discovery Channel ya anunciaron investigaciones paralelas para subirse al fenómeno Avery.

"Making a Murderer", disponible en Netflix.

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