Tras sucesivas postergaciones, esta semana la presidenta Michelle Bachelet pidió al Parlamento cerrar la reforma laboral, una de sus principales promesas de campaña. A pocos días de que culmine el año parlamentario, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón (DC), se refiere a esta compleja negociación.

—¿Se envía la reforma a fin de mes o se postergará para marzo?

—Independiente de la fecha, lo importante es lograr el mayor apoyo transversal posible. Pero no puede pasar más allá de marzo.

—¿Hay avances en los nudos actuales de la negociación: reemplazo interno en caso de huelga y extensión de beneficios a trabajadores no sindicalizados?

—Hemos dicho siempre que se terminó el reemplazo (en huelga) y lo que el Ejecutivo quiere garantizar es que no exista reemplazo y los que no están en huelga puedan trabajar en sus funciones y sus establecimientos. En la extensión de beneficios el gobierno ha sido siempre claro en lo que quiere hacer y eso se lo hemos transmitido a todos los senadores.

—¿Cómo ha equilibrado las presiones de la CUT y las de su partido?

— El gobierno y particularmente los ministerios de Hacienda y Trabajo se han dedicado a escuchar y a trabajar para mantener los ejes, fundamentos y objetivos de la reforma laboral.

—¿Cómo ha sido el trabajo con el ministro Valdés?

—Realmente, creo que hemos trabajado muy en equipo con el ministro Valdés. Hemos logrado consensuar y trabajar de memoria y en sintonía con la presidenta Bachelet.