Será en una semana, la noche del viernes 18 o quizás en los primeros minutos del sábado 19 de mayo. Los focos la iluminarán y acompañarán su camino desde los camarines hasta el cuadrilátero del Club Social y Deportivo Salud Pública de Villaguay, en la localidad de Entre Ríos, Argentina. Vestida con su bata de boxeadora, no habrá tiempo de dudas o cavilaciones. Tampoco para reflexionar, por ejemplo, sobre la decisión de renunciar a su trabajo como psicopedagoga en el Hampton College de su natal Valdivia. A esas alturas, sólo la acompañará la certeza de estar persiguiendo un sueño, al cual enfila escoltada por las miradas desconfiadas y frías del público local, que espera ver derrotada a la extranjera. Sin embargo, nada de eso intimida a la chilena Daniela Asenjo. Por algo es la Leona. Y, como tal, está lista para afrontar el mayor desafío de su carrera deportiva, calzándose los guantes de boxeo y luchando por forjarse, a punta de golpes, el camino para disputar el título mundial supermosca de la Federación Internacional de pugilismo.
Nacida hace 27 años a orillas del Calle Calle, la visita de la Leona al país trasandino asoma como un reto mayor. Asenjo cruzará la frontera —la distancia entre Valdivia y la ciudad entrerriana cercana a Uruguay es de más de dos mil kilómetros— para ir por el cinturón de las supermoscas ante Débora Dionicius, la monarca vigente y que luce un registro impresionante: invicta en 27 combates, con seis de esos triunfos conseguidos por la vía rápida. La campeona defenderá por duodécima ocasión su cetro, ganado a fines de 2012 a la neozelandesa Michelle Preston. Desde esa fecha han intentado quitarle el título cinco trasandinas, tres colombianas y dos mexicanas, además de representantes de Italia, Brasil y Japón, incluyendo una revancha ante la propia Preston. Y sigue invencible.
"Daniela Asenjo reconoce las virtudes de su rival, la trasandina Débora Dionicius, alias la Gurisa, a quien define como ordenada, con un estilo muy técnico. Pero no se amilana: "Mi estilo es más frontal".
Apodada la Gurisa, voz guaraní que se traduce como niña o mujer, Dionicius tendrá todo el apoyo del público en su pelea contra la chilena: es oriunda de Villaguay.
Pero nada de eso intimida a Daniela.
"Sabíamos hace casi dos meses de esta pelea por el título. Pese a ello, mantuvimos el combate que realizamos ante la también argentina Virginia Cárcamo, para respetar los compromisos adquiridos con anterioridad", confiesa la pugilista.
La ruta no ha sido fácil. Cambió su amor por la música y la vida sedentaria por la práctica del kickboxing y pronto llegó el romance con su actual disciplina. También hubo pausas: la frustración por no poder financiar su carrera la llevó a alejarse de los rings y colgar los guantes. Ese paréntesis duraría año y medio, volviendo a mediados de 2017, cuando ganó el título nacional a principios de esta temporada. Así, acumula siete victorias, dos empates y dos derrotas.
Para enfrentar a la Gurisa, la preparación ha sido intensa y especialmente enfocada en convertirse en la segunda campeona mundial de boxeo, tras lo conseguido por Carolina Rodríguez, la Crespita.
"Hemos trabajado intensamente con mi preparador físico Daniel Sobarzo y mi entrenador Alejandro Concha. De hecho, hace poco estuvimos preparándonos en Córdoba, en el gimnasio de César Coronel, adonde no sólo fuimos para cambiar de aire y seguir aprendiendo, sino también para acceder a preparar el combate con sparrings, ya que en Valdivia no tenemos la oportunidad de contar con ellas", confiesa la Leona.
La boxeadora valdiviana no teme a la diferencia de rodaje respecto de la campeona vigente. "Por mi edad, siempre nos ha tocado medirnos con rivales más experimentadas. Dionicius no es la excepción y cuenta con una gran trayectoria. Pero estamos bien preparados física y psicológicamente, y ya tenemos la vivencia de haber peleado con rivales de primer nivel, como (la argentina) Leonela Yúdica", enfatiza Asenjo.
"Dionicius es de las mejores púgiles de Argentina. Es ordenada y tiene un estilo muy técnico. Creo que eso nos favorece, porque somos diferentes, mi estilo es más frontal", profundiza la aspirante nacional.
La pelea por el título le cae en el momento preciso a la deportista sureña. Y aunque la opción de la derrota no se cruza por su cabeza, sus planes son a mediano plazo y proyecta su carrera pugilística por sobre los 30 años. Apoyada por el municipio valdiviano, por ahora puede planificar con menos prisa.
"Estamos trabajando con calma, tratando de poner en escena todo lo que hemos ido aprendiendo en este período. Dejé mi trabajo, planteándome objetivos a mediano plazo y pensando en que esta oportunidad, más allá de un eventual resultado incluso negativo, traerá consigo nuevas oportunidades", concluye Asenjo.
Si hay algo que tiene claro la boxeadora chilena, es que debe aprovechar su momento. Y que está ante un duro desafío, el mayor hasta ahora. Sabe también lo que es estar bajo la bajo las luces que la acompañarán en el trayecto al ring. Con sus manos enfundadas en los guantes intentará replicar en Villaguay lo que hace en cada duro entrenamiento en el gimnasio K.O. de su natal Valdivia, y buscará convertirse en la villana que derrote a la ídola del pueblo trasandino. Daniela entiende que debe demostrar que el promotor argentino Bruno Godoy, quien la vio peleando en Neuquén en 2014, no se equivocó cuando le puso el apodo que la acompaña. Llega el momento para certificar que Asenjo es, efectivamente, la Leona… La reina de su categoría.
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