La presidenta del PS, Isabel Allende, llegó ayer a La Moneda con varias inquietudes. Había varios temas sobre la mesa en la tradicional reunión de los ministros del comité político con los partidos, pero también había un problema: no estaba el jefe del gabinete. El ministro del Interior, Jorge Burgos, se había excusado de asistir por razones personales. Su presencia era vital para discutir una inquietud en particular de la jefa del PS.
Según varios de los presentes en la cita, la senadora por Atacama expresó su malestar por lo que consideró una "ausencia de coordinación política" del gobierno con las bancadas parlamentarias en el Congreso.
Pese a ello, Allende no ocultó su molestia. Según varios de los presentes en la cita, la senadora por Atacama expresó su malestar por lo que consideró una "ausencia de coordinación política" del gobierno con las bancadas parlamentarias en el Congreso. La principal evidencia de su diagnóstico estaba sobre la mesa: la semana pasada el gobierno había ingresado al Senado el nombre del abogado Enrique Rajevic como candidato a contralor, sin haber socializado previamente la designación con los senadores oficialistas.
La presidenta del PS apuntó a la gestión del ministro Burgos y su escasa comunicación con los senadores. Ni el presidente de la comisión de Constitución, Alfonso De Urresti, ni los senadores oficialistas de dicha instancia, Felipe Harboe y el independiente Pedro Araya, fueron consultados sobre el candidato que consideraba La Moneda, apuntó la senadora.
Allende insistió en la necesidad de conversar los temas previamente para evitar nuevos "errores no forzados", apuntando al inicial rechazo generalizado que la designación de Rajevic provocó en la propia coalición oficialista y la urgencia de contener el "fuego amigo" que ha sido constante en las últimas semanas.
La petición de la dirigente socialista podría tensionar el encuentro que sostendrá hoy en la noche el propio Burgos con los senadores del PS –cita pactada con antelación–, quienes cenarán en el Congreso en Valparaíso. Varios de los parlamentarios han adelantado sus críticas a la gestión del jefe de gabinete, por lo que el diagnóstico de Allende es compartido mayoritariamente en la bancada.