Un inusitado debate se dio en la sesión del 20 de enero pasado en la comisión de Régimen Interno de la Cámara de Diputados. Los parlamentarios discutían, entre otras materias sobre funcionamiento interno, respecto de la renovación de dos de los siete vehículos que mantiene la Corporación, adquiridos en 2010 y 2012, y que se utilizan para apoyo de las actividades parlamentarias.

Estaban en eso, cuando la información que entregó el presidente de la Cámara, Marco Antonio Núñez, encendió los ánimos: el vehículo Hyundai Equs 2013 que utiliza para sus traslados registra más de 160 mil kilómetros y durante 2015 falló en dos ocasiones. La sola mención de los antecedentes activó un áspero diálogo entre los integrantes de la comisión, donde algunos como Nicolás Monckeberg dijeron que sus partidos no respaldaban esa decisión.

Algunos parlamentarios hicieron ver que no sería conveniente renovar ese automóvil. Uno de los presentes preguntó que cómo era posible que en poco más de dos años el vehículo tuviera más de 100 mil kilómetros si había sido adquirido recién en 2013. Otro parlamentario agregó que se trata de un modelo que fue comprado en $ 38 millones y hoy, dado el precio del dólar, estaría avaluado en $ 50 millones, por tratarse de un vehículo de lujo.

Algunos parlamentarios hicieron ver que no sería conveniente renovar ese automóvil. Uno de los presentes preguntó que cómo era posible que en poco más de dos años el vehículo tuviera más de 100 mil kilómetros si había sido adquirido recién en 2013. Otro parlamentario agregó que se trata de un modelo que fue comprado en $ 38 millones y hoy, dado el precio del dólar, estaría avaluado en $ 50 millones, por tratarse de un vehículo de lujo.

Por eso, pese a que Contraloría fija normas de depreciación de bienes fiscales, tampoco se podría considerar comprar uno nuevo, por este valor, ya que el límite de presupuesto disponible para la renovación es de $ 18 millones. Otro diputado insistió en que no sería bien visto cambiar un vehículo que está en buenas condiciones en medio del escenario de desconfianza y descrédito de las instituciones frente a la ciudadanía.

Finalmente, tras la acalorada discusión, se decidió la venta de los dos autos de apoyo más antiguos de la flota, y dejar la decisión de cambio del vehículo principal para el sucesor de Núñez en la presidencia de la Cámara, es decir, el diputado del PS, Osvaldo Andrade. Los dos vehículos se pondrán en venta en marzo en Mercado Público. Con ese dinero se comprará uno solo que se ajuste a los $ 18 millones de presupuesto. De este modo, la Cámara quedará con seis autos:uno que cumple labores de carga, dos de apoyo y tres destinados al uso de la mesa de la Cámara (para el presidente y los dos vicepresidentes ).