La prueba de fuego de Jorge Burgos

Aunque ha sido cuestionado desde todos los sectores, Jorge Burgos se ha mantenido estoico como el principal defensor e impulsor de la candidatura de Enrique Rajevic como sucesor de Ramiro Mendoza.




Un álgido debate ha antecedido la revisión de la propuesta para llenar el cargo de Contralor, tras el término del periodo de Ramiro Mendoza. El gobierno aún no tendría los votos para aprobar la propuesta que impulsa: la del abogado Enrique Rajevic.

A la presentación de la comisión de constitución, además de los senadores de la instancia, asistieron tres ministros del comité político: el propio Burgos, Nicolás Eyzaguirre y el vocero Marcerlo Díaz.

El ministro del Interior, Jorge Burgos, fue enfático respecto a su responsabilidad en la próxima elección del Contralor General de la República. "He estado trabajando, intentando convencer a los dudosos. El Senado se pronunciará el martes y no he recibido ninguna instrucción de la presidenta para retirarlo. Enrique (Rajevic) es un gran profesional muy bien preparado, como lo acreditan todas las personas, de distintas corrientes políticas, que trabajaron con él en el Consejo para la Transparencia. Me gustaría que tuviera el mayor número de votos posibles", dijo en El Mercurio.

Y agregó: "Si se rechazara, es una derrota para Enrique, que no se lo merece y particularmente para mí, porque yo se lo propuse a la presidenta. Estoy optimista, pero no confiado".

Todo esto en el escenario de los muchos cuestionamientos -desde la academia, la oposición e, incluso, desde el oficialismo- que ha generado la elección del abogado Enrique Rajevic como carta del Ejecutivo para suceder a Ramiro Mendoza.

Las razones concretas, son tres:

1.Una antigua demanda en su contra por parte del Consejo del Estado (CDE) -que se encarga de representar al Fisco chileno en sus asuntos patrimoniales- por el no pago de una beca concedida por Mideplan para realizar su doctorado en Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid, entre 2000 y 2003.

2.Cercanía con la DC: su relación con el partido liderado por Jorge Pizarro tensionaría la votación en el Senado y generaría dudas respecto de la imparcialidad que tiene que tener el contralor, más aún al haber sido propuesto por el ministro Burgos, también DC.

3.Sus asesorías al gobierno: desde 1999, Rajevic participó en el Comité Interministerial de Modernización de la Gestión Pública (1999) y la Agenda de Probidad y Transparencia de la Presidencia (2007). Además, fue director jurídico del Consejo para la Transparencia (2009-2013) y asesor y jefe de gabinete del Ministro de Vivienda y Urbanismo (1996 a 1999, 2000, 2005, 2006 y 2015).

Todo esto cuando el ministro Burgos -principal impulsor de la candidatura de Rajevic- está en un momento clave, que puede marcar su gestión para bien o para mal: mientras en la reciente encuesta Adimark cayó siete puntos su aprobación, ayer La Tercera daba cuenta de su tensa relación con el Parlamento.

Por las razones planteadas es que el rol de Burgos y los alcances de sus propuestas estarán en la mira este martes; una derrota de Rajevic cuestionaría su capacidad de articular acuerdos con el Congreso. Una victoria, podría empoderarlo en el gabinete con miras al segundo tiempo de la actual administración.

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