El presidente de Bolivia, Evo Morales, sufrió un público traspié luego de no conseguir el consenso necesario para obtener la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (Celac) para 2017, que se reunió la semana pasada en Ecuador. Esta semana acusó a Chile de jugar sucio por apoyar la candidatura de Honduras. Sin embargo, según asistentes a la cumbre, Bolivia tuvo su oportunidad, pero la perdió. Honduras, que inició su campaña hace casi diez meses y sostiene su candidatura en el principio de rotación geográfica equitativa, se negó a bajar su postulación en favor de Bolivia, pese al intenso lobby altiplánico. Un día antes de la cumbre se reunieron los cancilleres del bloque sin conseguir un acuerdo para cerrar la presidencia, por lo que Bolivia optó por pedirle una bilateral a Honduras.
La delegación boliviana, encabezada por Evo Morales, no sólo llegó media hora atrasada al encuentro, según trascendió, sino que su lenguaje despectivo y agresivo terminó por convencer al presidente de ese país, Juan Orlando Hernández, de seguir en carrera. "Títeres de Chile" fue el apelativo que los de La Paz usaron frente a sus pares centroamericanos.