Las reflexiones de Enríquez-Ominami en Argentina

Al mediodía de este martes el fiscal nacional Sabas Chahuán le entregará el mando del Ministerio Público a su sucesor, Jorge Abbott, en una ceremonia en el hall del edificio de General Mackenna que alberga a la Fiscalía Nacional. Aunque el nuevo fiscal nacional asume el miércoles, terminan ocho años de mandato de Chahuán con varios triunfos, algunas derrotas, y un sinnúmero de pendientes. Entre ellos, uno que ha concentrado el foco de la atención pública: la declaración en calidad de imputado del ex candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami, en la investigación al presunto financiamiento recibido por su brazo derecho y amigo, Cristián Warner, quien facturó a SQM Salar la suma de $362 millones, cuyas justificaciones están en el ojo del Ministerio Público.

El ex diputado PS había sido citado por Chahuán para el 22 de octubre pasado, pero el abogado de ME-O, Ciro Colombara solicitó reagendar el encuentro argumentando que su cliente se encontraba fuera del país por motivos profesionales y que además requería contar antes con las copias íntegras de la carpeta investigativa.

Todo esto, mientras Enríquez-Ominami se ha mantenido en el extranjero visitando los países de Cuba, México, Francia, Argentina, Uruguay, lo que ha sido interpretado en Chile como una maniobra política para evitar declarar ante el propio Chahuán, dado el alto perfil mediático con que ha dirigido las investigaciones al corazón de la política, lo que impactaría directamente en sus aspiraciones de presentarse como candidato a La Moneda por tercera vez.

Este lunes el fiscal Chahuán, en una de sus últimas gestiones revirtió su propia decisión de que el fiscal nacional investigue el caso Penta y lo reasignó al fiscal regional Oriente, Manuel Guerra, con lo que se cumple con lo planteado por el propio Abbott quien anunció hace semanas que se inhabilitaría de dicho caso por ser pariente cercano del ex canciller y presidente del grupo Penta, Alfredo Moreno. Si bien se pensó que las causas SQM y Corpesca correrían la misma suerte, se decidió que a partir de mañana se mantendrán en manos del fiscal nacional, es decir, de Jorge Abbott. Al interior de la fiscalía señalan que una de las razones de esta decisión -se pensaba que sería reasignada a un fiscal regional para que Abbott debute en un rol más administrativo que investigativo- es precisamente la cantidad de diligencias de alto vuelo que se encuentran pendientes: las declaraciones de ME-O, el ex candidato presidencial de la UDI, Pablo Longueira, y el senador PS, Fulvio Rossi entre otros; además de la petición de desafuero del senador UDI, Jaime Orpis, en el caso Corpesca.

Así las cosas, Abbott buscará acelerar dichas pesquisas, pues señalan en el Ministerio Público, mantendrá su decisión de quedarse al frente de estos casos, al menos, durante los primeros 45 a 50 días de su mandato, es decir, hasta resolver el grueso de estas diligencias.

La semana pasada, Marco Enríquez-Ominami estuvo en Buenos Aires en calidad de observador del proceso electoral en las elecciones presidenciales del domingo pasado, que definían en balotaje entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. Los días siguientes se mantuvo allende los Andes y fue entrevistado por el periodista y relator de fútbol, Víctor Hugo Morales, conocido por el relato del gol de Diego Armando Maradona a Inglaterra en el Mundial de México '86 donde bautizó al "10" de la Selección Argentina con el célebre apodo de "barrilete cósmico".

En su programa La entrevista decide, Morales sostiene una distendida conversación con Enríquez-Ominami, donde repasan los efectos de la victoria de Macri para la izquierda en América Latina y donde incluso se da maña para comentar sobre el gobierno de Michelle Bachelet y defender los modelos de gobierno de la izquierda en el continente.

"Bachelet está intentando un camino. Se equivocó en el orden de las reformas, se equivoca en el camino, pero comparto y somos minoría, quienes vemos cómo este gobierno de Bachelet es mucho más denso, esperanzador, que el primero de ella, que fue más popular pero no tocó un ápice de la estructura de poder", dijo Enríquez-Ominami en Telesur.

"Hay un nuevo ciclo político y ese nuevo ciclo para la izquierda es muy jodido. Está el tema de las clases medias, tenemos un talento loco las izquierdas para pelearnos con las clases medias, las entendemos poco. Yo no he gobernado, pero gobiernos que crean las clases medias, se terminan peleando con ellas. Hay que buscar fórmulas de integración mucho más exigentes que las conocidas hasta ahora. todo el esfuerzo de Chávez, Lula, Kirchner fue un tremendo impulso que hoy requiere más densidad, que el sector privado se integre, que el Estado acompañe eso, requiere pensar cuáles son los mejores socios para América Latina", introduce Enríquez-Ominami.

"El problema de la izquierda es que siempre llega al poder con una fuerza de cambio y termina administrando el poder. Pierde su vocación de cambio. Ahí está la fuerza de Nestor, de Cristina, de Chávez, de Maduro, Correa, quienes en el poder encarnaron el cambio, no se quedaron en las fuerzas de administración de un legado", insiste antes de reflexionar sobre Chile, donde recuerda que se administró el poder durante más de 20 años y dice "no se tocó a los poderosos".

"Son todas realidades distintas. En el caso de Chile, es un país con una matriz productiva muy poco diversificada que depende básicamente del cobre, que después de 42 años del golpe de Estado de Pinochet su dependencia aumentó, no disminuyó. Sigue siendo un debate gigantezco la desigualdad y el modelo de desarrollo. Estos dos desafíos requieren tocar la desigualdad, la concentración del poder y finalmente a los poderosos. No tuvimos gobiernos que hayan intervenido al fondo de la desigualdad, no se tocaron la estructura de propiedad, el aparato productivo, no tocaron a estas 2.200 familias que concentran el 76% de las ventas, al 1% que concentra el 33% del PIB. Todo eso no se hizo en Chile. Convengamos que Bachelet dos, lo está intentando con dificultad, con tropiezos", dice en su primera alusión a la mandataria.

"El gobierno de Bachelet escogió, a mi juicio, caminos insuficientes y equivocados, pero de todas maneras Bachelet dos es más interesante que Bachelet uno. Apuntó a la educación laica, apuntó a cambiar el sistema electoral de Pinochet, apuntó a una reforma fiscal más ambiciosa", afirmó antes de calificar el segundo mandato de Bachelet en La Moneda como "esperanzador".

"La pregunta es, libertad para qué. Y ahí viene la discusión de la construcción de lo público para la libertad: educación pública, salud pública, sociedad de derechos, con prosperidad. En eso Bachelet está intentando un camino. Se equivocó en el orden de las reformas, se equivoca en el camino, pero comparto y somos minoría, quienes vemos cómo este gobierno de Bachelet es mucho más denso, esperanzador, que el primero de ella, que fue más popular pero no tocó un ápice de la estructura de poder. Una estructura de poder en sí misma, endogámica, que se reproduce a sí misma, que se protege, que es la élite chilena, que es una élite, muy como todas la élites latinoamericanas, muy conservadora", cierra.

Hablando de integración latinoamericana y a propósito del anuncio de Mauricio Macri de que invocará la carta democrática contra Venezuela en el Mercosur, Enríquez-Ominami sacó a colación al ex presidente Sebastián Piñera.

"Yo soy un gran crítico de los errores de Sebastián Piñera respecto de la educación, la economía, pero convengo en que Piñera no se atrevió nunca a decir lo que el presidente electo Macri dijo sobre Venezuela"

"En la búsqueda de nuestros pueblos, nuestras élites de encontrar plataformas de diálogo, ya sabremos en el tiempo cuál de todas ellas (Unasur, Alba, Celac, Mercosur, Alianza del Pacífico) va a resistir, pero es una esperanza para la democracia. Estos foros multilaterales a los que concurrió Sebastián Piñera. A diferencia de Macri, Piñera votó por Kirchner en Unasur. A diferencia de Macri, presidió la CELAC y se la entregó a Raúl Castro. Ojalá Macri pueda leer un poco más lo que hizo su amigo Sebastián Piñera. En política exterior no se perdió. Yo soy un gran crítico de los errores de Sebastián Piñera respecto de la educación, la economía, pero convengo en que Piñera no se atrevió nunca a decir lo que el presidente electo Macri dijo sobre Venezuela", afirmó el ex candidato presidencial.

En la misma línea, su entrevistador le consultó si compartía la idea de que "Macri es Piñera".

"Si Piñera fracasó es porque prometió un gobierno de eficiencia y gerentes, y la lucha contra la desigualdad no se combate con más eficiencia. El cómo se obtiene la igualdad, la libertad, no da lo mismo. La derecha tiende a pensar que con gestión puede resolver los problemas estructurales de la desconfianza, como la desigualdad, la educación. Yo preferiría con Macri cuidarme, por lo siguente. Tenemos 4 mil kilómetros de frontera, una de las más grandes del mundo. Chile depende de Bolivia, Perú y Argentina. Necesitamos integración, quiero todavía y tenemos la esperanza de que Macri no va a retroceder en integración y que sus declaraciones obedecen a una retórica de derecha que necesita encarnar hoy. Espero que cuando asuma no se le pase por la cabeza desandar el camino que hemos recorrido como continente en la construcción de confianzas", dijo ME-O.

"Es una pregunta difícil de responder. Mi respuesta es pública, notoria, está en Google, pero no la quiero repetir. ¿Por qué? Bolivia y su diplomacia ha tomado una decisión que yo no comparto. Para ir de La Paz a Santiago, pasar por La Haya. Nos han llevado a tribunales. Yo atiendo la demanda boliviana, la puedo comprender. Creo que es un tremendo error de la diplomacia boliviana tercerizar. Judicializar las relaciones bilaterales. Para ir de La Paz a Santiago no hay por qué pasar por Holanda. No hay por qué darle a unos jueces que hablan inglés y francés con peluca y babero el derecho a decidir los límites nuestros. Todavía la política es más importante que la justicia". Con estas palabras el ex diputado PS enfrentó su pública posición de otorgarle salida soberana al mar al vecino país.

Insistió, frente a su entrevistador, en que mientras Bolivia mantenga su demanda, su opinión va a estar en línea con la postura chilena. "Lo difícil para un político chileno y para un chileno para opinar con total libertad desde los valores de la integración que a mí me inspiran, es que estamos demandados y que cualquier declaración que yo hoy día de aquí puede ser utilizada mañana frente a un tribunal. Mi posición es pública y conocido. Soy un fanático de las fronteras porosas que respiran. Me cuido, porque hoy estoy con una sola posición: que Chile derrote frente a los jueces a Bolivia. Una vez que eso se zanje vamos a seguir como partido promoviendo otros caminos, de máxima integración".

Víctor Hugo Morales: "Estoy hablando con el futuro presidente de Chile".

ME-O:

"Depende de la voluntad de los compatriotas. Encuentro que hay que despenalizar la ambición. Tengo una ambición junto a un grupo, un proyecto, un partido, que es transformar a Chile culturalmente. Partiendo por su Constitución, mediante una Asamblea Constituyente para llevar a Chile a más desarrollo, a más prosperidad. Sí, tengo una aspiración presidencial, fui diputado, fui director de televisión, tengo productora, fui director de cine, llegué a la convicción de que en América Latina la conquista del Estado es muy importante para transformar culturalmente a un país".

Esta semana, Enríquez-Ominami seguirá fuera de Chile, pese a que había confirmado su presencia  en el lanzamiento el miércoles de un libro sobre tecnología de Sergio Melnick, actividad a la que también confirmó el ex presidente, Sebastián Piñera. "Internet de las cosas (IoT), la Web 3.0 y la revolución móvil", de Melnick y José Miguel Barraza será presentado en CasaPiedra y se evalúa reconfigurar la presentación ME-O a través de una teleconferencia, pues el ex candidato presidencial visitará Francia y México esta semana, lugares por donde ya había pasado en las últimas dos semanas. Hasta ayer se mantenía en Uruguay donde dio conferencias en calidad de ex cineasta.