47 años, jefe de gabinete del vocero Marcelo Díaz, la figura de Bugueño ha sido central en las negociaciones para resolver el conflicto en Chiloé. Esto porque vivió por un largo período en Llau-Llao, donde fue un activo organizador de movimientos sociales y tejió profundos lazos con los pobladores. En La Moneda observaron que su conocimiento de la zona podría ayudar en el proceso de negociación. Así, su nutrida red de contactos hizo que lo enviaran como emisario especial a trabajar en terreno con los pescadores.
Bugueño llegó a la isla el año 2000 tras ser presidente de las Juventudes Socialistas. A Santiago regresó hace tres años para dedicarse a realizar coaching y para retomar la vida partidaria, trabajando en la elección de Isabel Allende como presidenta de la colectividad. Sus cercanos lo califican como de bajo perfil y preocupado por los movimientos ciudadanos.