Con un extenso y cargado café terminó la reunión-cena que se prolongó por cerca de tres horas la noche de ayer en La Moneda. El motivo del encuentro: solucionar el impasse provocado por la visita de la presidenta Bachelet a La Araucanía. Y para ello, quien hizo de anfitrión, el ministro del Interior Jorge Burgos, fue quien abrió los fuegos explicando a sus invitados (los presidentes de los siete partidos de la Nueva Mayoría y los ministros de Hacienda, Segegob y Segpres) en poco más de diez minutos su versión de los hechos acontecidos la semana pasada, luego de haber sido omitido de la gira presidencial por Temuco.

En ese espacio, Burgos comentó, según uno de los asistentes, que él se había enterado durante la mañana, por llamados de periodistas, de la agenda de la mandataria en la zona. Más allá de lo anecdótico, la comida de anoche sirvió para algunas aclaraciones, aunque muchas de éstas ya se hayan escuchado decir de idéntica manera en otros "cónclaves" similares al de ayer. Y esa conclusión radicó en que se debe mejorar y ordenar la coordinación de los ministros con los partidos políticos, para llevar adelante la ambiciosa agenda legislativa que queda por delante en el tercer año de gobierno. El matiz, sí,  es que esta vez se hizo hincapié en que debe ser el comité político de ministros el que lidere todos los procesos y no el llamado "Segundo Piso" de asesores presidenciales. "Los que gobiernan son los ministros con la Presidenta", comentó uno de los jefes de partido, apuntando al diseño del que ha hecho gala Bachelet desde que arribó por primera vez a La Moneda.

Los ministros, al menos, se comprometieron. Pero quien tendrá la decisión en sus manos es la presidenta Bachelet, quien decide con quienes trabaja en su círculo más íntimo y cuánto poder distribuye.

Las peticiones de la Nueva Mayoría apuntan a las figuras de la jefa de gabinete de la presidenta, Ana Lya Uriarte y al jefe de contenidos, Pedro Güell, quienes han visto crecer su influencia en las decisiones que se toman en Palacio. Sobre la primera, los dirigentes oficialistas cargaron todo el peso del episodio.

También hubo una petición desde el gobierno: bajar los decibeles de las pugnas existentes al interior del conglomerado oficialista.

Así también, se concluyó que los ministros se reunirán al menos en dos oportunidades al mes con los presidentes de partido, para hacer un análisis político de mayor alcance sobre el devenir del Gobierno. Además, se concretó la solicitud que llevará adelante el coordinador de la Nueva Mayoría, el diputado Guillermo Teillier, para efectuar una reunión ente los partidos y la presidenta Bachelet, cuestión que podría concretarse durante este mes.

Otro de los puntos que se acordó es que los ministros deben estar más presentes en el Congreso. Algunos jefes de partido le hicieron esta solicitud directamente a Burgos, quien últimamente ha hecho menos apariciones en Valparaíso.

"Burgos es el ministro del interior, es el cargo político más importante que puede tener un partido. Es su rol ejercer ese cargo (…) Que ejerza su rol, que quiere decir eso, que tiene que tener más diálogo con los presidentes de partido, tiene que ser más proactivo. Jorge Burgos se queda mucho en la Moneda", dijo antes de la reunión y sin filtro, la presidenta del PS, Isabel Allende, en el programa Cadena Nacional de Via X.

De hecho, hoy está previsto que el jefe de gabinete asista al debate que se está dando en la comisión de Constitución del Senado sobre la agenda corta de delincuencia. En ese sentido, una los análisis que se hizo en la comida apuntó, justamente, a empoderar más a Burgos en sus funciones para que asuma el control del gabinete.

 Un Palacio de un solo piso

El senador Alejandro Navarro, presidente del MAS, extrajo del encuentro que de ahora en adelante ya no hay dos pisos en La Moneda, sino uno solo que es el encargado de mandar: "La reunión se hizo en el primer piso con los que toman decisiones y eso es fundamental. El ministro Burgos es el jefe de gabinete de la presidenta, es su principal ministro y eso ha quedado claro y ratificado en cuanto cuenta con el apoyo de los siete partidos de la Nueva Mayoría. El mito urbano del segundo piso... Acá hay un solo piso y es encabezado por el ministro Burgos", enfatizó, agregando que si bien la mandataria puede tener a sus asesores, los que valen son los ministros: "La presidenta tiene asesores, pero la institucionalidad está en los ministros", concluyó.

Por su parte, Guillermo Teillier apuntó que lo importante será ver cómo se llevan adelante los ajustes acordados en la cena: "Lo razonable es pensar cómo crear condiciones para que (el impasse entre Burgos y Bachelet) no se vuelva a repetir", indicó.

El presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco, si bien valoró que en la reunión de anoche haya existido autocrítica, mantuvo sus aprehensiones. "Hay un tema de responsabilidad política con el país. Ha habido desorden político y problemas de gestión. Hemos pedido mayor densidad en las relaciones y capacidad para enmendar el rumbo", explicó.

El vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, único representante del Ejecutivo que habló tras la cita, se mostró optimista por el futuro, no sin antes reconocer que hubo errores. "Hemos visto la necesidad de reforzar la coordinación del gobierno, especialmente con los partidos y los parlamentarios que apoyan la gestión del gobierno. Nos vamos a abocar en todos los mecanismos que permitan mejorar esa coordinación. Siempre con un propósito: que la acción del gobierno sea eficaz", y agregó que "todos los que lo dimos por superado (el impasse Araucanía), tenemos claro que fue un momento complejo".

Díaz, a su vez, comprometió una mayor presencia de los ministros en el trabajo que se lleva adelante en el Congreso: "Los cuatro ministros del comité político estaremos más presentes en el trabajo prelegislativo", finalizó.