A más de 60 kilómetros del centro de Ciudad de México, en Toluca, está la planta de reciclaje más grande del mundo en grado alimenticio. PetStar es un modelo de negocio único basado en una economía circular que integra desde el proceso de recolección de las botellas hasta su transformación e incorporación al mercado en nuevos envases reciclados. Este es justamente el modelo que Coca-Cola Chile ha evaluado traer a Chile, sin embargo, existen trabas que no han permitido instalar una planta de estas características dentro del país. PetStar partió en 1995 como una empresa dedicada al acopio y comercialización de residuos plásticos, y luego en 2006 se convirtió en una planta de reciclaje botella a botella con capacidad de producir hasta 22.000 toneladas. Entre sus mayores accionistas está Arca Continental con un 49,9%, y Coca-Cola México con un 30%, y hoy la planta tiene una capacidad de reciclar 3.100 millones de botellas al año para convertirlas en 50.000 toneladas de resina. Además, cuenta con ocho plantas de acopio y 1.200 puntos de recolección, que permiten retirar cerca de 80 mil toneladas de envases que luego se procesan en Toluca.
En Chile no existe hoy la materia prima necesaria para tener una planta de reciclaje operativa. Se espera que con la aplicación de la Ley REP (de Responsabilidad Extendida del Productor) se formalicen los canales que hoy existen para captar los residuos plásticos.
En paralelo, Coca-Cola Chile ha trabajado en dos programas para aumentar la captura de material reciclado y cumplir con la meta de recolectar y reciclar el 100% de nuestros empaques a nivel global al año 2030. Uno de ellos es el programa Punto Limpio Móvil, que cuenta con el patrocinio del Ministerio del Medioambiente y que, a través de un bus, acondicionado para reciclar papel, cartón, botellas de bebida y envases de detergentes, entre otras cosas, promueve la educación en colegios. "Este es un programa que nos tiene muy satisfechos y orgullosos. Lo que buscamos es que sea un instrumento de educación enfocado en los niños. Son esas generaciones las que van a impulsar efectivamente conceptos como la separación de origen y la conciencia medioambiental que este país necesita", explica Paola Calorio, directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola Chile.
Otra iniciativa es el envase Eco-Flex, una innovación tecnológica en la fabricación que permite utilizar un 30% menos de plástico. Este tipo de envases hacen más fácil la captación de material, ya que al ser fáciles de moldear ocupan menos espacio en el camión de reciclaje.