El 30 de marzo es la fecha que el fiscal nacional, Jorge Abbott, se impuso para designar sus cargos de confianza. De ellos, dos están vacantes: la Contraloría General y la Unidad de Drogas. Y es en esta última sección donde el fiscal regional de Rancagua, Luis Toledo, tiene grandes posibilidades de asumir, ya que cuenta con el respaldo de Abbott. Una señal de su eventual desembarco en Santiago es la designación en el caso Saydex del fiscal jefe de Rancagua, Sergio Moya: ha ido adquiriendo mayores responsabilidades y tuvo un rol clave en las formalizaciones de Caval.
Recientemente, Toledo dijo a La Tercera que "se ha dicho que puedo formar parte del equipo del fiscal nacional, y si él decide o quiere contar con mis servicios porque puedo ser útil, eso se verá en su oportunidad (...). No hay ningún interés económico, sino profesional por hacer más grande la Fiscalía de Chile".