Es casi increíble que haya empresas de internet que despierten nostalgia entre gente "de cierta edad", como uno. Pero eso es lo que es, hoy por hoy, Yahoo!

Solía tener una cuenta de YahooMail hace más de una década y recuerdo que cada tanto había que barrer los mails prescindibles, porque el límite de almacenamiento era irrisorio. Luego llegó Gmail con una increíble oferta de 1 giga gratis —que todos pensamos que era un gancho que se acabaría pronto—, y aquella cuenta pasó al olvido. Algunas veces, cada tres o cinco años, solía volver a entrar, a rememorar con una sonrisa añorante y muchas veces incómoda amoríos, viajes, fiestas, trabajos del pasado. De la época de Yahoo!

En la era de Instagram y Pinterest y Snapchat y Peach y Vine, Yahoo es como una novia de la adolescencia, quizás. Ya no sabemos qué le encontrábamos de bueno y, ahora que la vemos, 'sola, fané y descangayada', nos da un poco de pena haber tenido algo que ver con ella.

Su CEO, Marissa Mayer, es más como una one hit wonder caída en desgracia. Lleva apenas tres años a cargo de la empresa, tras una contratación que sorprendió y generó buenas vibras —en parte porque elegir a una mujer es revolucionario en Silicon Valley—. Marissa, de lacios cabellos rubios casi blancos, ojos azules y una mirada severa, casi dura, pasó a ocupar las portadas de revistas como Fortune (dos veces), Bloomberg Businessweek y Fast Company e incluso a posar para Vogue reclinada en un diván a manera de estrella del Hollywood de los 50.

Pero las historias que acompañaban a las fotografías glamorosas, en general, se quedaban con el gran interrogante: ¿Podrá Mayer salvar a ese Titanic llamado Yahoo!? Hoy, el 'no' es cada vez más contundente.

En lo que ya es casi una costumbre trimestral, Mayer salió este martes a ponerle la cara a la tormenta una vez más, a la hora de anunciar los resultados financieros del cierre de 2015. Las cifras no son catastróficas: la empresa generó 1.270 millones de dólares en ventas en el último trimestre del año pasado, casi lo mismo que un año antes.

Pero el problema es que no crece en un negocio en que otros dan saltos enormes, como Alphabet (la matriz de Google), que esa misma mañana se convirtió en la mayor empresa cotizada en Bolsa del mundo, tras anunciar ingresos de 21.300 millones en el mismo trimestre. Y, además, no está claro cuál es el gran negocio de Yahoo!: ¿Seguirá viviendo de la publicidad digital, que decae y además es dominio de Facebook y Google? ¿Continuará siendo una empresa de contenidos que paga fortunas a periodistas como Katie Couric? ¿Dónde están las grandes nuevas fuentes de ingreso que la propia Mayer dice que debe encontrar?

Según explicó Mayer, la apuesta sigue siendo la búsqueda (sí, competir con Google), el correo electrónico y la plataforma de blogs-red social Tumblr, y en general el crecimiento en móviles, video, publicidad nativa y redes sociales. "Somos una guía para descubrir información digital", definió de manera no muy definida. Luego pasó a enumerar las medidas para ahorrar 400 millones de dólares este año, que incluyen prescindir del 15% de sus más de 10.000 empleados y cerrar las oficinas de Buenos Aires, México, Madrid, Dubái y Milán. En clásico CEO speak, dijo, "vamos a quitar nuestro foco de los productos locales en la mayor parte de Europa y América Latina".

Hay mucho escepticismo acerca de que Mayer logre resucitar a Yahoo!. Es poco creíble que tres años después siga anunciando recortes y reenfoques, dicen sus críticos. Y el propio presidente del consejo aseguró el martes en un comunicado —conjunto con ella— que la directiva sigue explorando "opciones estratégicas adicionales", lo que suena a que está puesto el cartel de "For Sale".

"¿A quién le importa cómo le fue al negocio de Yahoo! en el cuarto trimestre?", se burló Kara Swisher, una periodista tech tan famosa que se interpreta a sí misma en la serie Silicon Valley. "Lo importante: está oficialmente a la venta".