Centroamérica y el Caribe son, a veces, un planeta desconocido, lejano, a pesar de que compartimos, en muchos casos, una lengua. Una lengua —el castellano— que en manos de un hábil escritor centroamericano o caribeño se puede convertir en una fiesta interminable: revisar las novelas de Rita Indiana o los textos híbridos de Luis Chaves o los cuentos de Luis Negrón para comprobarlo. Detengámonos, de hecho, en el puertorriqueño Negrón (1970) y en Mundo cruel, su premiado libro de cuentos que está circulando hace un tiempo por nuestras librerías, publicado por la editorial argentina Páprika. Detengámonos en Mundo cruel y sus once relatos, en esa lengua que se escabulle y explota en estos cuentos, donde asistimos a la educación sentimental de un pequeño puertorriqueño, un muchachito que descubre su sexualidad, el deseo por los hombres, las noches eternas, los libros, el desenfreno y la ternura. Y también la crueldad y la tristeza que hay siempre tras todo hallazgo importante. Luis Negrón tiene un talento innegable para armar, en un par de páginas y con una libertad asombrosa, relatos que parecen siempre un pedazo de vida.
"Mundo cruel", de Luis Negrón.