El cáncer de próstata es uno de los cánceres más frecuentes entre los hombres. En el 2020, 8.157 personas fueron diagnosticadas y 2.296 fallecieron por esta enfermedad en el país, de acuerdo a cifras de Globocan.
Es por esto, que es importante la detección temprana, pues es una enfermedad silenciosa, en el que sus síntomas pueden comenzar a aparecer cuando esté en una fase avanzada.
¿A qué edad se debe realizar el examen de próstata?
La clave para prevenir esta enfermedad está en la detección temprana, pues si es detectado a tiempo, solo uno de cada 33 personas no podrá superarlo. La edad para realizar el examen de próstata depende de cada hombre y de antecedentes previos.
Por esto, es recomendable que asistan al urólogo los hombres mayores de 40 años, para recibir la información sobre la enfermedad y ver si es necesario un examen médico, dependiendo de los antecedentes personales, historia familiar o en el caso que exista algún síntoma.
Desde la Sociedad Americana Contra El Cáncer recomiendan que:
- Deben asistir al cumplir 40 años los hombres con un riesgo aún mayor, los cuales son aquellos con más de un pariente de primer grado (padre-hermanos), que ha tenido cáncer de próstata a una edad temprana (menor de 65 años).
- Deben asistir al cumplir 45 años los hombres que tengan un alto riesgo, ya que existe un pariente de primer grado que ha tenido cáncer de próstata a una edad temprana.
- Deben asistir al cumplir 50 años los hombres con riesgo promedio de cáncer de próstata y que se espera vivan al menos 10 años más.
La probabilidad de padecer esta enfermedad aumenta rápidamente sobre los 50 años, es por esto que es recomendable comenzar a chequearse anualmente desde los 45 años.
¿Qué exámenes se realizan?
Existen varios exámenes los cuales se pueden hacer, pero depende de lo que el médico especialista necesita.
- Antígeno prostático específico: es un examen de sangre, el cual mide la cantidad de los antígenos. Tiene una medición que entre más alto sea el número, mayor probabilidad de tener un tumor cancerígeno.
- Tacto rectal: consiste en palpar la glándula prostática a través del recto, para evaluar el tamaño, consistencia y forma de la próstata, además de ver si existe una prominencia sospechosa.
- Biopsia a la próstata: en caso de que uno de los dos exámenes previos salgan alterados, este puede confirmar o descartar el cáncer.